CABALLITO DE PALO
Un padre
llevó a su hijito a un largo paseo por el bosque. Como era pequeño, le
llevó sobre sus hombros por mucho rato. Luego le puso de pie y le dijo
que tendría que caminar hasta la casa. Al rato el pequeño lloraba
porque estaba muy cansado, demasiado cansado para dar un paso más.
El
padre cortó un palito y lo limpió muy bien de toda astilla mientras el
niño observaba. Al terminar, dijo: «Mira, hijo, aquí tienes tu propio
caballito para que te lleve a casa». Encantado, el niño se montó sobre
su caballito y felizmente llegó a casa. Y en casa dio vueltas por todo
el jardín hasta que tuvo que ir a bañarse y acostarse, ya rendido.
A
veces nuestro Padre nos lleva y a veces nos deja caminar, y muchas
veces creemos que ya no podemos más cuando alguien, movido por él, nos
ofrece un caballito – una idea, una promesa, una canción nueva, un
cariño, una oración intercesora, lo que sea, y sobre ese corcel
llegamos a la meta. ¿Necesitan un caballito? ¿Otro hermano está
necesitando un caballito? Ofrezcámoselo con ternura, recordando nuestro
propio cansancio a veces. Eso hace toda la diferencia para un pequeño hermano.
1 Pedro 1:22 " Habiendo purificado vuestra
almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en caridad
hermanable sin fingimiento, amaos unos á otros entrañablemente de
corazón puro"
Proverbios 18:24 " El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo: Y amigo hay más conjunto que el hermano."
Desconosco la autoria de este tema.
Dios les bendiga
con cariño
Gladys Nancy
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