NO ES POSIBLE QUE DIOS SEA TAN POBRE
Por Dr. Jose Luis G.
Miami Fl.
“Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar"
(Jeremías 1:10)
Siempre pensé que había algo poderoso detrás de los llamamientos que Dios hace a sus siervos para una funcion específica, quizá por esa razón, cuando leí de Natanael, sentí que por mi sangre corría esa misma convicción para creer y ser leal ante algo que mi propio ser tuviera bien confirmado.
¿ Que hizo a Eliseo, seguir a Elías, a donde este fuera?
¿ Que mantenía a Juan el Bautista, fiel a Dios en el desierto?
¿ En que se sostenía la fe del apostol Pablo?
Ellos creyeron lo que Dios les manifestó, ya sea por medio del Espíritu Santo, por sus mensajeros, por las Sagradas Escrituras, por la naturaleza o por medio de sus conciencias.
A traves de la historia, en cada período de tiempo, Dios ha llamado a sus siervos, los ha preparado y luego les asigna la investidura de su poder para el desarrollo de la misión encomendada.
Por esa razón, desde el inicio de mi caminar en pos del Divino Maestro, Jesucristo, a quien entregué mi vida entera -no únicamente mi corazón-, pude observar que existía en el mundo, un tipo de cristiano pálido, disipado, vago y sin poder, fruto de la predicación de líderes carnales, que llenan sus templos por medio de publicidad y sistemas de mercadotecnia similares a las de cualquier empresa comercial, industrial o de servicios.
Otro aspecto que me parecía muy extraño, era que un alto índice de los predicadores, se habían convertido en “contadores de historias? los cuales con lujo de detalles, se pasan horas y horas hablando de los milagros que Dios hizo por medio de Moisés, y uno que otro milagro escrito por algun predicador contemporaneo, pero que muy poco pueden decir de los milagros que Dios hace por medio de ellos. Este tipo de vida cristiana, esta matando la fe, porque cada vez, va dejando a Dios y a su poder, estancado en los tiempos pasados.
Basta escuchar en estos tiempos, el tipo de peticiones para oraciones, entre las cuales, sobresalen:
-Que Dios dirija las manos de los medicos y enfermeras
-Que Dios le busque un empleo a fulano
-Que reine la paz en el mundo
Pensemos, ¿como dirían los siervos de Dios?, aquellos llenos del poder con el cual Dios asignó a Jeremías:
Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar
(Jeremías 1:10)
Las oraciones serían así:
-Ahora mismo recibe la sanidad, te declaro sano en el nombre de Cristo Jesus
-Que venga la prosperidad a tu vida
-Destruyo los planes del diablo, y desbarato todos los proyectos de maldad
Despierta!!
no te quedes estancado, usa el poder que Dios ha dado a cada uno de sus hijos, la lucha no será fácil, pero tenemos garantizada la victoria.
Recuerda que cuando el enemigo vea que le estas estorbando, te atacará, pero Dios te dará mas poder.
Cuando seas un guerrero que usa sabiamente el poder de Dios, es cierto que te edificaras al leer de los milagros que Dios hizo por medio de sus siervos en todos los tiempos, pero más te gozaras al verlos por tus propios ojos.
No escribo esta reflexión como un estudio más, la escribo como un testigo y como un siervo que ha tenido el privilegio de ser usado por Dios, en levantar enfermos, resucitar muertos, deshacer templos satánicos, rescatar a muchos del vicio de las drogas, liberacion demoniaca y algo mas, tambien puedo asegurar que no hace falta llenar un estadio para poner a la gente a orar, para echar a satanas de una ciudad, porque con una sola oración de un siervo de Dios, es suficiente para echar al diablo junto con todos sus demonios de un territorio, pero ese siervo, debe llevar una vida en oracion, ayuno y santidad, no unicamente hablar bien.
Dios desea manifestarse gloriosamente en medio de su pueblo, Dios desea abrir las ventanas de los cielos, ¿ quieres verlo?, tú puedes, recuerda que los recursos de Dios, jamás se agotarán, y que El es el mas interesado en que tu y yo, recibamos de todo lo mejor que hay en el cielo, de las maravillosas riquezas en gloria.