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Alimento
"La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor." Proverbios 15:1 "
Un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una charla acerca de la vida, con sus nietos. El les dijo: Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí, es entre dos lobos.
Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, competencia, superioridad, egolatría.
El otro es bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, dulzura, generosidad, benevolencia, amistad, empatía, verdad, compasión y fe.
Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes, y dentro de todos los seres de la tierra. Lo pensaron por un minuto y uno de los niños le pregunto a su abuelo: ¿Cuál de los lobos ganará?
Y el viejo cacique respondió simplemente: EL QUE ALIMENTES.
Tu eres quien cada día alimenta el lobo de tu corazón. Cada uno tiene dentro suyo a ambos animales dispuestos a creer. Naturalmente, se agranda más, el lobo de la maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, competencia, superioridad, egolatría. Está en nuestra naturaleza humana esto de generar mal.
Pero gracias a Dios, El nos puso su naturaleza divina cuando creímos en Jesús para revertir esto. Y nos da la fuerza para elegir lo que es justo, bueno y sano. El hijo de Dios no tiene excusa para hacer el mal. Porque tiene de Dios una naturaleza santa que le permite actuar como Dios.
Todo depende de nuestra elección. Cada día debemos decidir qué hacer y cómo hacerlo. Si nos enojamos o no, si respondemos mal o no, si golpeamos o no, si insultamos o no, si reaccionamos mal o no, si amamos o no. Somos nosotros los que alimentamos al lobo. En cada pequeña y gran decisión cotidiana, tu y yo estamos dandole de comer a una de las dos naturalezas que tenemos.
REFLEXION - ¿A qué lobo estás alimentando?
 GRACIAS A LA HERMANA ANDREA POR EL FONDO


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