Abandono
""En Ti confían los que conocen tu nombre, porque Tu, Señor, jamás abandonas a los que te buscan." Salmos 9:10 "
Debe ser terrible estar como naufrago en alta mar. Un rato antes estabas en tu barco seguro y tranquilo, pero después que el barco se hundió, te encuentras en un desierto de agua, solo, sin ningún lugar donde agarrarte, sin poder llamar a nadie. Si tienes suerte, consigues un bote salvavidas y tienes más chances de sobrevivir. Pero si solo conseguiste un pedazo de tabla donde sostenerte, pasas la noche empapado, agarrado a esa tabla que es lo único que te mantiene con vida, en medio de la oscuridad de la noche, con frió, con sed, con hambre, con desesperación. Esperando que llegue lo que nunca llega.
Y cuando amanece miras a tu alrededor y solo ves agua. Nada mas que agua, tanta agua que se confunde con el cielo. Estas solo con tu tabla en el medio del mar, totalmente solo y abandonado. Y no te puedes escapar de esa realidad. Estas abandonado, solo en el medio de la nada.
Hay quienes se sienten abandonados en medio de la ciudad, pueden estar en medio de una cancha de football, rodeados de miles de personas, o en el colegio con cientos de compañeros, o en la iglesia con la gente que lo vio crecer, pero igual se sienten solos y abandonados. Cuando nos deja un amigo, o la novia, cuando perdemos el tren, cuando perdemos un ser querido. Hay vacío en el alma, hay soledad en la vida, y nada puede compensar la perdida sufrida.
así se sentía David, un hombre que era rey, que mandaba y todos obedecían, a quien mucos respetaban, otros temían y muchos envidiaban, un general valiente y ganador, que era aplaudido y aclamado por sus soldados, que se sentía muy solo, con perdidas, abandonado y sin fuerzas para seguir. Solo, aferrado a la tabla en medio del mar. Y cuando miro a los costados y no había nadie cerca para consolarlo, cuando sus amigos y compañeros le dieron la espalda, solo estaban los obsecuentes y trepadores que querian un puesto en el palacio.
Y en medio de esa soledad, brilló la luz. Una vez mas Dios aparece para darle Su Seguridad y Su Presencia. El jamás te abandona, cuando todos los demás desaparecen, cuando los problemas se multiplican, cuando el fracaso golpea la puerta, cuando todos te dan la espalda, cuando no te queda ni una moneda en el bolsillo, Dios sigue estando contigo. Su compañía no esta condicionada, Dios siempre esta a tu lado.
Cuando vuelvas a sentir esa angustiante sensación de abandono, cuando no haya ya ningún hombro donde llorar, cuando pienses que estas triste y solo, David vuelve a recordarte que hay un Ser maravilloso que nunca te deja desamparado, que siempre esta contigo. Dios nunca te deja ni te cambia por otro. Para Dios siempre eres el más importante.
REFLEXION - Dios no te deja, para El eres valioso.
GRACIAS A LA HNA. ANDREA POR EL FONDO
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