EL ESPEJO DEL ALMA
Dicen que el rostro es el espejo del alma;
en él se manifiestan los distintos estados anímicos, las distintas disposiciones internas.
Si no quieres que tu rostro refleje la cólera o el mal humor, no lo fomentes en tu interior;
no ofrezcas a tus familiares, a tus dependientes, a quienes tratan contigo,
o se mueven a tu alrededor, la triste escena de un rostro amargado, aplastado, repelente.
Ofrece más bien un aspecto alegre, optimista, emprendedor,
la sonrisa es siempre más atractiva que el ceño adusto o el gesto amargante.
y no sólo más atractiva, sino también más constructiva,
serás más, conseguirás más, serás más útil, si en tu interior fomentas el orden, la tranquilidad y una serena paz.
Serás más acepto a los demás, porque en tu exterior, en tu rostro aparecerá tu interior.
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