Cuando leì el enunciado: “Usted tiene el poder potencial de ser lo que quiere ser…. “Si està dispuesto a pagar el precio…” que destacaba la contraportada de aquel primer libro de superación personal que cayò en mis manos, debo confesar que me produjo angustia, ansiedad y màs preguntas: ¿contarìa yo con potencial? ¿què era eso? ¿què significaba pagar el precio? Estaba yo parada justo en el punto en que el ser humano adolece de discernimiento, madurez y claridad de metas. En la etapa en que lo rosa se vuelve obscuro. Y aùn lo màs viable parece imposible.
El autor Samuel A. Cypert, inspirado en la filosofía de Clement Stone y Napoleòn Hill, dos hombres de empresa y éxito, decía que para alcanzar el éxito requeriría de disciplina, una actitud mental positiva y, lo mas importante, creer en uno mismo para lograr todo: posición económica, poder, felicidad y bienestar.
Había llegado la hora de iniciar el ascenso de la montaña existencial, sòlo tenía dos alternativas; quedarme como estaba o arriesgarme y atreverme a cambiar mi vida, mi manera de pensar y de hacer.
Hoy por hoy le afirmo, ha valido la pena el esfuerzo.
“Porque con el corazón se cree”.
La mente sueña y anhela, pero es en el corazón donde se anida la fe, la confianza de haber sido dotado por Dios de talentos, habilidades y capacidad única para realizar aquello que arde en su interior y le impulsa. Nada se logra sin acción. “No ser solo oidores sino hacedores”. Poner manos a la obra: leer, escuchar, ver, asistir, hacer cambios, tirar lo tirable, dejar lo dejable y adquirir lo adquirible.
“Proseguir a la meta sin mirar atrás”, no se conforme con pobres resultados. Dios no hizo al hombre en serie. Lo hizo en serio. Una vez que viò concluìda su obra dijo “Es bueno”, es excelente, es extraordinario, es único… “se parece a mì, y sonriò”-
Afiance su pensamiento, lìguelo a su corazón y ponga acción a sus sueños. QUERER un mundo mejor, CREER que està equipado para LOGRAR efectivamente aquello para lo que fue predestinado.
Estoy segura que levantaràs la cabeza y tomaràs las riendas de tu vida de manera determinada y segura como nunca lo habìas imaginado hacer.
Descubriràs esa àreas que han permanecido dormidas dentro de ti. Romperàs las cadenas invisibles que ataron a tu corazón.
Brillarà la luz de la esperanza y despertarà la fe en tus habilidades para alcanzar las metas que empieces a trazar el dia de hoy.
Elimina tus debilidades y erige las fortalezas que te conduzcan al éxito.
El éxito es un llamado para todos, porque cada uno de nosotros por ser hijos de Dios y creados a su imagen y semejanza, llevamos en el interior la semilla del éxito.
En tu mente y corazón existen logros que deseas alcanzar, resultados que obtener, sueños que realizar.
¡El éxito es para ti!