BENDICIONES A LOS SEGUIDORES DE CRISTO.

¨Otra vez Jesús les habló ,diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz en la vida.¨ Juan 8:12.

Los discípulos de Cristo tuvieron muchas experien--

cias gratas y también amargas en su andar con él.

Fueron tres años intensos los que vivieron con el Señor en el ministerio que desempeñó en la tierra.

Pasaron toda clase de pruebas: aprendieron todas las enseñanzas que les dió el Maestro; se dieron cuenta y vivieron en carne propia del amor de Jesús por las personas; observaron del poder de Cristo al sanar a los enfermos; vieron de la potestad del Señor sobre la naturaleza; contemplaron la obediencia y la unidad de Jesús con su Padre; fueron testigos de la obra redentora de Jesucristo en la cruz, su resurrección y ascención al cielo.

En todo el caminar con el Señor les dió muchas bendiciones.

El Señor en su Palabra promete de la misma manera de bendiciones a los seguidores de él.

1o. Nos da la bendición de conocer más al Señor.

¨Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.¨ Oseas 6:3.

2o. Nos alumbra para no andar en el pecado.

¨Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue , no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.¨ Juan 8:12.

3o. Nos guiará en nuestra vida espiritual.

¨Mis ovejas oyen mi voz , y yo las conozco, y me siguen¨ Juan 10:27.

4o. Nos da honra celestial al que le sirve.

¨ Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.¨ Juan 12:26.

5o. Jesús nos ha dado ejemplo.

¨Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas.¨ 1 Pedro 2:21.

Todo esto promete el Señor a los seguidores fieles de él. Menester es que obedezcamos y sigamos las pisadas del Maestro, todos lo que hemos rendido la vida a él como Señor y Salvador.

ORACION: Señor, te seguiré por dondequiera que fuere. Amén.