Que la desconfianza nos hace no salir a la
ventana para ver quién llama.
Que es de sabios saber cuando hablar y
cuando callar.
Que las palabras jamás se podrán recoger
una vez que han salido de
nuestra boca.
Que hay que pensar muy bien antes de
hablar, calmarse cuando se esté
airado, resentido y hablar sólo cuando se
esté en completa paz.
Que hay un lugar en el corazón donde habita
la esperanza y es en ese
lugar de nuestro corazón donde encontramos el calor necesario para sufragar
las noches solitarias de recuerdos y desengaños.
Que aún hay esperanza. Que si hacemos y
vivimos de acuerdo a nuestro
corazón. Si damos lo mejor de nosotros cada
instante de nuestra vida. Si
amamos desinteresadamente. Si hacemos a l
os demás lo que nos gusta o
deseamos que nos hagan a nosotros; este mundo
en el que vivimos puede
cambiar.
Que la vida es hermosa. Que nos llena de
oportunidades para sentirnos
felices de estar vivos.
Que nunca es tarde para comenzar de nuevo,
para hacer caminos, para
lograr que todos vivamos dignamente y en paz.
GRACIAS A LA HERMANA ANDREA POR EL FONDO
PEDRO PABLO