Querido hermano, agradezco tus palabras y tu preocupación,
he tenido tiempos muy muy dificiles como ya sabes, pero en todas las pruebas el Señor ha estado conmigo y la maravillosa familia que Dios me ha dado, mi esposo y mis hijos, tambien ustedes apoyandome en oración y con sus muchas palabras de aliento que de tanta bendición han sido para mi vida.
A pesar de los duros momentos vividos estoy agradecida al Señor y cada día le digo que El ha sido muy bueno conmigo.
Ahora que todo ha pasado me cuesta retomar el ritmo, ya mi salud quedó muy quebrantada, pero tambien ahora el Señor me está fortaleciendo día a día y sigo contando con el apoyo en oración de ustedes que son mis amigos y hermanos, agradezco al Señor por cada oración, por cada gesto de amistad, por cada palabra de afecto, por todo el amor recibido y trato de seguir adelante, espero poder llegar nuevamente a ser la misma de antes y volver a trabajar de la misma manera, estoy tratando de superarlo todo, cada día es un desafío, no es fácil pero sigo adelante, gracias hermano y amigo, aprecio mucho tu ayuda y tu amistad,
Dios te bendiga mucho, Araceli