El que está en el Sendero no vive para sí mismo, sino para los demás.
Se olvida de él para poder servir a los otros.
Es como una pluma en las manos, por la que fluye su pensamiento y se expresa aquí abajo.
Es como un canal de fuego vivo, que derrama sobre el Mundo el Divino amor que llena su corazón.
(Del libro: A los pies del Maestro)
(J.Krishnamurti)