EL SENTIDO DE LA VIDA
En medio de la crisis que se observa y vive a diario muchos jóvenes en una actitud reflexiva y de genuina búsqueda suelen perguntarse: ¿de donde vengo?, ¿quien soy?, ¿por que vivo?, ¿para que vivo?, ¿cual es mi lugar y el rol que juego?, ¿hacia donde me dirijo? ¿Cómo puedo vivir una vida distinta?. Existe tambien una pregunta que no esta ligada a lo temporal sino a lo eterno y que brota de la común necesidad del hombre desde el principio de la historia hasta el fin: ¿como puedo ser feliz?. La gente búsca una razón para vivir, busca la felicidad, busca su realización. “a través de todo el continente americano nos llega el clamor de una juventud que ansía encontrarle sentido a la vida. La tarea no es fácil. No existen atajos, ni fórmular mágicas que garanticen un salvoconducto a la felicidad mientras recorremos el sendero de la vida ... No sólo tiene la vida sentido, sino que dentro del contexto de la fe cristiana, la vida debe constituir una experiencia abundante” . “La vida cobra sentido cuando descubrimos su razón de ser. Las preguntas “¿Por qué vivo?, y ¿para qué vivo?” sugieren la clave del sentido mismo de la vida. Claro que existe un gran porcentaje de la juventud que se conforma con “vivir la vida” sin preocuparse en lo absoluto del por qué y el para qué de ésta. Parece ser necesaria la agudización de la crisis hasta la desesperación, para que la juventud sea capaz de plantearse con verdadera seriedad la cuestión del sentido de la vida”(J.D. Camacho). Frente a la pregunta “¿por qué vivo?” muchos pueden responder: “Porque soy el producto de un accidente de la naturaleza”, u otros responderían “porque soy el producto de una ley natural de procreación y preservación de la especie humana”, pero son respuestas que limitan la vida a lo puramente material. Y frente a la pregunta “¿para que vivo?” otros responderían: “vivo para mí mismo, el disfrute de la vida es lo más importante para mí”, o responderían con frustración “mi vida no tiene ningún objetivo en particular, no tiene sentido”. Es util análizar la vida a partir de los componentes de la integridad del ser humano a fin de comprender los requerimentos para su realización.
(a) El componente soma. El cuerpo es la expresión físico biológica del ser humano. El cuerpo fisico es uno de los componente de nuestra persona, al cual debemos sustentar y protegerPero esto no significa que el hombre es tan sólo un animal racional, como afirman algunas corrientes que interpretan al hombre desde una biológica o vida animal, el ser humano de deshumaniza y prostituye. De esta manera el cuerpo humano “maravillosamente hecho” por Dios, se bestializa y se convierte en recinto de bajas pasiones e incubadora de toda suerte de inmundicias”, es así que pierde su sentido cuando se le mide y cataloga sólo desde ese angulo. Y Pablo nos dice que: “...presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Rom.12:1)
(b) El componente psicho. En la actualidad existen demasiadas personas que no les interesa pensar y hacer uso de su intelecto, no quieren enfrentarse consigo mismo. ¡Prefieren vivir así, sin sentido!. Pero el hombre como ser pensante esta llamado a hacer juicio sobre sí mismo y sobre las cosas que le rodean, y requiere de ejercicio intelectual, introspección, abstracción y análisis de la realidad que lo rodea, a fin de encontrarle sentido a la vida. La Biblia nos habla del alma, y que según los teólogos involucra la expresión psíquica (mente) del ser humano; el asiento de la razón, voluntad y sentimientos, a travez del cual el hombre cobra conciencia de su existencia. Pablo dice: “...transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Rom. 12:2). Una vida desenfrenada, puramente animal, deshumanizante, tan solo causa profundas heridas, un tremendo desequilibrio emocional y mental (psíquica), debido a la sensación de culpabilidad, autorechazo, frustración, insatisfacción, inseguridad, fracaso, o desesperación.
(c) El componente pneuma. La expresión espiritual (pneuma) del ser humano, es el medio por el cual el hombre persibe el llamado divino, es capaz de responder al propósito de Dios y al destino para el cual fue creado. Solo el espíritu del hombre puede percibir, reconocer y entrar en armonía con el Espíritu Santo. Actualmente los terapeutas, en los centros de reabilitación de drogadictos y alcoholicos, han llegado a convencerse de la necesidad de agregar el elemento espiritual en las terapias, es decir la concideración de lo divino para la rehabilitación y salud emocional de las personas.
La vida cobra su verdadero sentido cuando espíritu, alma y cuerpo, las tres expresiones que constituyen al ser humano, se colocan dentro de la perspectiva de la imagen de Dios, como nos ha sido revelada en Jesucristo, y cumplir con el llamado existencial que nos hace de ser parte de la misión revolucionaria, la misma misión para la que vino Cristo, para que cada individuo cresca hasta ser conforme a la imagen de Jesucristo (Rom. 8:29) y así tenga vida y vida en abundancia (Jn. 10:10). No en vano las Escrituras nos dicen:”...y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes. 5:23). Para muchos jóvenes, y aún “cristianos”, la fe cristiana no tiene una dimensión existencial, y la experiencia religiosa se limita a un ritual dominguero, un tradicionalismo, superficial, totalmente divorciado de la realidad personal y circundante, una parte del orden social o status quo establecido. La fe cristiana tiene una dimensión existencial, y confronta al hombre con su vida, su historia, su realidad, su responsabilidad, para tener un rol que es vivir y morir para el Señor, perteneserle a El (Rom. 14:8). Y lo más hondo del cristianismo no puede conseguirse en una clase academica, tiene que ser experimentado y sentido en el camino, siguiendo en pos de Jesús el Maestro; no hablo de ser sensuales sino de la necesidad de una experiencia personal con Cristo mismo.
CONCLUSION
En medio de nuestro peregrinaje de servicio a Dios, uno suele enfrascarse en muchos trabajos propios del ministerio eclesiastico, estudiar mucha teologia, conocer muchas ideas y creencias, conocer muchas realidades, o tambien desempeñarse en otras labores de indole no religioso pero productivo; y al final en un momento a solas y de autoanalisis uno se pregunta: ¿Quien soy yo? ¿Cual es el sentido de la vida? ¿Que o quien llena mí vida?. De semejante manera el gran pensador don José Ortega y Gasset se pregunto : ¿quién soy yo?, ¿qué es el mundo?, ¿cómo quisiera yo ser en ese mundo? ¿qué género de espíritu quisiera yo tener?. Y es en ese momento cuando uno reconoce que es Cristo quien le da sentido a nuestras vidas, El es el absoluto, El es “el camino, la verdad y la vida“ (Jn. 14:6). La vocación es la respuesta afirmativa y voluntaria al llamado del Señor a cumplir un rol y una misión en la vida, El da pleno significado a la vida de todo aquel que decide seguirle, de esta manera nuestra existencia responde a una voz de lo alto que habla a nuestro ser para darnos en amor a El y a nuestro prójimo, de tal modo que es el amor lo que nos mueve, lo trascendente y no lo intrascendente. Es con este espíritu que podemos emprender las empresas que El nos encomiende, con el corazón rebosante de sueños y proezas por Cristo. Es así como el pastor negro Martin Luther King Jr., premio Nobel de la Paz en 1964 y líder de la no violencia, quien dirigió la famosa Marcha a Washington para reclamar los derechos civiles, y luchador por la igualdad racial que fué asesinado el 4 de abríl de 1968 en Memphis (Tennessee), respondio a su vocación conforme al llamado de Dios. El dijo: “Como todos, me hubiera gustado tener una larga vida, pero todo esto no me concierne más...sólo quiero cumplir con la voluntad de Dios” . Preguntemonos como el pastor pacifista Dietrich Bonhoeffer, fusilado en un campo de concentración Nazi, en respuesta a su vocación: “¿Qué quiso decirnos Jesús a nosotros? ¿Cuál es su voluntad para nosotros en el día de hoy? ¿Cómo puede El ayudarnos a ser buenos cristianos en el mundo moderno?” . Y así descubramos nuestra identidad, la razón de nuestra existencia, nuestra vocación, nuestro rol en el mundo y en la historia, o sencillamente cual es la voluntad de Dios para nuestra vida ahora, allí esta la dicha y la felicidad.
DONDE HAY FE HAY AMOR
DONDE HAY AMOR HAY PAZ
DONDE HAY PAZ ESTA DIOS
Y DONDE ESTA DIOS NO FALTA NADA
GRACIAS A LA HNA. SILVIA POR EL FONDO
PEDRO PABLO DE CHILE
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