. . ¿Nunca habéis leído: "de la boca de los pequeños y de los niños de pecho te has preparado alabanza"? --Mateo 21
Los líderes religiosos estaban equivocados respecto a Jesús cuando Él entró en Jerusalén (Mateo 21:15-16). No se hubieran podido equivocar más. Es verdad que sabían mucha teología, pero estaban totalmente equivocados acerca de quién era Jesús.
Sin embargo, los niños estaban en lo cierto. Ellos eran los que en el templo gritaban: ¡Hosanna al Hijo de David! (v.15). Creían que la Persona que montaba aquel pollino indómito era el Hijo de David prometido. Cumplieron así la profecía del Salmo 8:2 al alabar al Cordero que estaba a punto de morir por los pecados del mundo. Fueron los niños los que respondieron con un gozo sincero, a pesar de que pueden no haber entendido plenamente la misión de Jesús de redimir la humanidad.
Sí, los niños nos pueden enseñar una lección vital acerca de la fe. En su apertura e inocencia, es fácil para ellos confiar en Aquel cuyo carácter puro toca una cuerda sensible en sus tiernos corazones.
Como adultos creemos que sabemos mucho. Tratamos de ser muy maduros, correctos y religiosos. Y yo me pregunto si reconoceríamos siquiera al Salvador si Él anduviera entre nosotros, haciendo la clase de milagros que hizo hace mucho tiempo.
Señor, danos la fe de los niños
DE LOS NIÑOS PEQUEÑOS SE PUEDEN APRENDER LECCIONES GRANDES
GRACIAS A LA HERMANA SILVIA POR EL FONDO
|