"soberbia espiritual", suena como una paradoja, porque sabemos que el Espíritu Santo, en un creyente, no manifiesta soberbia sino mansedumbre. Sin embargo, me estoy refiriendo a la propia opinión de uno en cuanto a su espiritualidad en relación a otros. "…por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura…" (Romanos 12:3). Esta advertencia vino de un siervo de Dios, todos lo sabemos, cuyo nombre es Pablo. Este tenía una riqueza de conocimiento bíblico y educacional, pero decidió no usarlo como su credencial. "…aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor,…y lo tengo todo por basura, para ganar a Cristo," (Filipenses 3:8). ¿Está usted tratando de comparar su propia imagen con la de sus hermanos creyentes? ¿Está usted esforzándose por ser reconocido como un siervo más efectivo, eficiente o provechoso? ¿Está usted tratando de sobresalir o de hacerse notar como un gran ministro? Debo advertirle, amadísimo hermano, "…de dentro del corazón de los hombres salen…la soberbia,..." (Marcos 7:21-22). "…Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones." (Lucas 1:51).
Otra cosa que he observado entre los cristianos, el día de hoy, es que insisten en que los demás se conformen con ciertas doctrinas o legalismos de una secta o grupo en particular. ¿Siente o cree usted que su grupo tiene todas las respuestas? ¿No será esto soberbia? "Si alguno enseña una doctrina diferente, y no se conforma a las sanas palabras de Nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe (se ha engañado a sí mismo)" (I Timoteo 6:3-4 Amp.) ¿Se está usted absteniendo de la presencia de alguna persona, evitando su compañerismo, mofándose de ella o aún despreciándola por su convicción de la pura Palabra de Dios?
Me gustaría continuar con el pasaje arriba mencionado de la Escritura (I Timoteo 6:4-5 Amp.), "…y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de los cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias (lenguaje abusivo), malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos (depravados) de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia." Recuerden, "El altivo de ánimo suscita contiendas,…" (Proverbios 13:10). ¿Está usted esforzándose con sus hermanos? ¿Qué espera ganar usted? "Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir despojos con los soberbios." (Proverbios 16:19). Es en la vida abundante de Jesús nuestro Señor, que logramos vivir libres de la soberbia. ¡Gloria a Dios!

|