Hacer el Bien...
"“No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo. No digas a tu prójimo anda y vuelve mañana y te daré cuando tienes contigo con qué darle” Proverbios 3:27-"
Cuantas veces el ser humano, se deja arrastrar por impulsos de apariencia y no de autenticidad. Muchas veces ayudamos a personas que realmente no necesitan tanto de nuestra ayuda, pero les ayudamos, por quedar bien, o porque esa persona nos conviene para nuestros propósitos, o porque esa persona es influyente en algunas áreas.
Otras veces ayudamos, al que lo necesita realmente, pero lo hacemos de mala gana y para que no moleste más nuestra conciencia. Si tu o yo, tenemos la posibilidad de hacer bien a alguien... ¡debemos hacerlo!, no esperar a que nos lo vengan a pedir, sino estar solícitos, como nos lo enseña la Escritura... “y mayormente a los de la familia de la fe”. Que dolor causa ver a los niños y los ancianos desprotegidos, a enfermos sin asistencia, niños de corta edad pidiendo limosna en las calles, porque no tienen para comer. Qué de los inmigrantes, con todas las necesidades y algunos de ellos con problemas de idioma. ¡Cuántas necesidades uno puede descubrir trabajando en la obra del Señor!
Una de las cosas mas tristes que uno puede descubrir, es que hay patrones o empresarios, que no pagan los salarios, que los obreros se han ganado y mientras le demoran el pago, ponen su dinero a ganar interés en los bancos. Dice La Biblia, que el salario de los jornaleros clama a Dios. Esta injusticia de los poderosos es tema común en muchas partes del mundo. No solamente la ayuda es negada en dinero, sino también en obras, en tiempo, en acción. Cada vez que negamos, nuestra ayuda con excusas, (Dios lo sabe cuando es así), estamos desobedeciendo a Dios.
Hay hombres y mujeres que viven entregados a ayudar a los demás y encuentran en ello, la satisfacción a sus propias necesidades, sin darse cuenta. La escala de valores y la apertura del corazón hacia los demás, produce el cumplimiento fiel de las promesas de Dios, un Dios que no falla nunca. No retardes tu ayuda, prueba la bendición de Dios.
¡Señor, ayúdame a tener un corazón abierto para ayudar a los demás!.
Gracias a la hermana Silvia por el fondo