Brillar
"“Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu, se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría”. Hechos 17:16 "
Pablo había tenido que salir perseguido de Berea y había salido para Atenas y estaba “haciendo tiempo”mientras esperaba a Silas y a Timoteo que llegaran. Mientras caminaba por la progresista, rica y cultural Atenas, Pablo observaba a aquellos hombres por los cuales Cristo también había muerto. Miraba sus actitudes, su ciudad y la cantidad de dioses que ellos tenían.
La Biblia dice que su espíritu se enardecía, ardía dentro de él, se angustiaba siendo su estado. así que su conclusión no fue callarse, no se “lavó las manos” por el contrario, él transmitió a la acción, lo que había en su inteligencia y en su corazón, dice el versículo 18, que le predicaba el evangelio de Jesús y de la resurrección. Bien rápido se corrió la voz y entonces los representantes religiosos quisieron escucharle, y los que tenían la obligación de conocer quien era Jesús el Mesías, de quien hablaban los escritos.
Dijeron: queremos saber de esas cosas extrañas que hablas. La Palabra de Dios les era “extraña”, no conocían el poder de la resurrección. Ojalá que en nuestra vida cristiana, La Palabra, el Poder y el vivir de Cristo, no sean “extraños”, que no sean anormales, sino que el vivir con Cristo y enardecidos por hablar de El, sean normales en nuestra vida. Muchas cosas pasan a nuestro alrededor en nuestros tiempos, que deben “enardecernos” la corrupción de los gobiernos, la moral descarada y pervertida por hombres que no tienen la conciencia de Dios, la idolatría de otros seres humanos.
Tantas cosas llenas de sabiduría humana tenían estos atenienses, y sin embargo no conocían al Salvador, y Pablo, no podía callarse, su corazón se desesperaba por hablarles de Cristo. Era imposible silenciarlo, el Espíritu Santo le estaba empujando a cumplir con su responsabilidad. Es hora de que los cristianos asumamos nuestro rol de sal y luz, levantemos la voz para afirmar los valores de Dios y hagamos conocer a los hombres la verdad de Dios, para que los hombres se arrepientan de sus pecados, se vuelvan de sus malos caminos y busquen a Dios.
¡Señor ayúdame a brillar en este mundo de tanta oscuridad!.
Gracias a la hermana Silvia por el fondo
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