El peligro del endurecimiento del corazón Hebreos 3.7-19
Dios llama una y otra vez a sus hijos, pero la condición de cada corazón determina el resultado. Quienes tienen un corazón piadoso, escuchan su voz y se rinden a él en obediencia; pero los de corazón endurecido rechazan sus amonestaciones y mandamientos. Sorprendentemente, al escuchar la misma voz algunos creyentes se sienten motivados a tener una relación más profunda y más obediente con el Señor, mientras que otros la desprecian y rechazan a Dios.
Puesto que el endurecimiento es un proceso lento que a menudo está acompañado de justificaciones y excusas, las señales de peligro pueden no ser fácilmente reconocidas. ¿Cómo responde usted cuando el Señor le habla a través de su Palabra, de su conciencia, o de mensajes basados en las Escrituras? Considere cuidadosamente las siguientes características de un corazón endurecido:
- Insensibilidad ante lo que dice Dios
- Rechazo a someterse a su autoridad
- Desobediencia a cumplir lo que Dios pide
- Justificación de la conducta pecaminosa
- Resistencia a las amonestaciones de otros
- Preocupación por las cosas de este mundo
(la profesión, las relaciones, las cosas materiales)
- Poco interés en los asuntos espirituales
- Falta de vida devocional (lectura de la Biblia y la oración)
- Evita la adoración a Dios en público
Un corazón rebelde no tiene que permanecer en esa condición. Si usted ha descubierto alguna de las características anteriores en su vida, comience hoy mismo a volver al Señor. Pídale que le dé un corazón nuevo para conocerle (Jer 24.7). Recuerde que él se especializa en hacer nuevas todas las cosas (2 Co 5.17). Dr. Charles F. Stanely Amado Padre celestial, te lo pedimos en el nombre de Tu Hijo Jesucristo nunca permitas que nuestro corazón se endurezca, permite que cada día tengamos un corazón conforme tu corazón, sensible a Tu Palabra, sensible al dolor ajeno, sensible a la necesidad de nuestros semejantes, un corazón perdonador, saturado de tu amor, de tugenerosidad, de tus multiples piadades, misericordioso, generoso, dádivoso, que jamás guardemos resentimientos o falta de perdón, que anticipadamente perdonemos y olvidemos las ofensas y siempre estemos dispuestos a vencer el mal con el bien y a caminar la milla extra, que seamos pacificadores, que luchemos por mantener la unidad y la armonia con todos los que nos rodean, ayúdanos a ser luz en medio de las tinieblas, en el nombre de Cristo Jesús, Amén
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