UNA AMISTAD QUE PROVOCA MILAGROS
Dedicado con Amor: A todos y cada uno de esos seres que me permiten llamarlos amigos y que hacen mis días más felices porque existen. Ellos y ellas saben quienes son. Los amo desde lo más profundo de mi corazón
“Al ver la fe de ellos, Jesús dijo: Amigo, tus pecados quedan perdonados”. (San Lucas 5:20) Nueva Versión Internacional
Este pasaje es uno muy conocido. La biblia no indica que estos hombres fueran amigos de aquel paralítico que estaba postrado en cama, sin embargo la acción y la actitud que tuvieron estos cuatro hombres, me hacen identificar que poseían las cualidades que tienen aquellos que son verdaderos amigos. Fe, esperanza, un deseo increíble de ayudarlo a estar bien, pero sobre todas las cosas amor dentro del corazón.
La biblia dice: “en todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de aflicción”. Porque entre los amigos hay un vínculo estrecho, una intimidad, un compartir, un lazo tan fuerte que a veces es tan especial como el vínculo que tienes con un hermano. Un ejemplo de amistad sincera y pura lo encontramos a través de Jonathan y David quienes hicieron un pacto y sus almas fueron como una. Una amistad en la que Jonathan salvó la vida de David y en la que estuvo dispuesto a enfrentarse con su padre que envidiaba y sentía celos de David. Porque es precisamente en los momentos de dolor y aflicción cuando salen a luz y se dividen los que son amigos verdaderos o los que eran del montón. Los amigos aparecerán en los momentos de adversidad para apoyarte.
Pero lo que deseo recalcar en este escrito, es que debido a la fe de estos cuatro hombres, Dios se movió a misericordia y le concedió un milagro de sanidad a aquel paralítico. Este es un detalle relevante, me parece importante resaltarlo, porque cada uno de los evangelios que relata este episodio, insisten en contar que al Jesús ver la fe de ellos, sana a este hombre. Porque un amigo verdadero será capaz hasta de quitar el techo de una casa, para que tú puedas recibir un milagro. Porque ellos caminaran la milla extra y serán los puentes que Dios usará para que puedas atravesar muchos momentos difíciles en la vida. Los amigos verdaderos te aman y te aceptan tal como eres, con tus virtudes y defectos, pero siempre trataran de ayudarte a mejorar.
¿Qué clase de amigo eres tú? ¿Cómo quieres que te vean aquellos que has considerado tus amigos? ¿Qué estas dispuesto a hacer por tus amigos? Dios nos invita a ser como estos cuatro hombres de la historia, que sin importar la multitud que se atravesaba en el camino y los obstaculizaban, eso no fue impedimento para que ellos llegaran hasta donde estaba Jesús. Si somos luz Dios no llama a que alumbremos al mundo y lo sazonemos con amor. Por tanto se supone que si tu ves que tus amigos están en malos pasos o caminos, como hijo de Dios, no los abandones, pero tampoco que te conviertas a sus caminos. Sino que ellos se conviertan a ti. Deseo con todo mi corazón que cada uno de mis amigos puedan ver en mí el rostro de Dios y sentir el amor de Dios en sus vidas. Quiero con toda mi alma y mis fuerzas ser tan buena y fiel amiga, que cuando mis amigos necesiten una intervención divina de Dios en sus vidas, al yo orar por ellos y al clamar al Padre para que les ayude, Dios se mueva a misericordia por mi intercesión y cada uno de ellos pueda recibir su milagro.
Pero aún más importante quiero que Dios pueda considerarme su amiga. Por ende quiero serle fiel, brindarle lo mejor de mí, no perder mi comunicación con él nunca. Que cada día ese vínculo y esa relación que tenemos pueda crecer y que con el pasar del tiempo yo sea más parecida a él. Quiero que Dios sonría cuando me mire, que cuando piense en mí, pueda decirle a sus ángeles: “esa chica me hace sentir orgulloso, la amo tanto, es mi amiga y me considera su amigo. Me ha dejado intervenir en su vida y proyecta mi reflejo, ella es luz”.
Hoy tú puedes convertirte en ese amigo que levanta vallado, que procura el bienestar de aquellos que ama y que le importan. Hoy tu puedes provocar que Dios se mueva a misericordia al ver tu corazón y sentir tu fe y provoque milagros en la vida de aquellos que te consideran sus amigos y que de igual forma tu los consideras.
Autora: Brendaliz Avilés
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