CAEN LAS CADENAS
“Pero a medianoche orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían, y al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron” Hechos 16:25-26 "
Es de noche la justicia de los hombres que suele ser injusticia, pretende callar la boca de los siervos de Dios que proclaman vida eterna, libertad del pecado y paz con Dios, a través de Jesucristo. Las autoridades judías no van a tolerar que su poder sea discutido por alguien que reclama ser el Mesías, el Hijo del Dios viviente. Por eso todo aquel que proclame este mensaje debe ser acallado, aunque se tengan que enfrentarse al Dios Todopoderoso. La oración provoca conmoción. La conmoción es el sacudimiento de las cosas que deberían pasar y no pasan. Por falta de oración o ausencia de Fe, porque oramos mal u oramos con las manos sucias, o como dice Santiago, “pedimos mal para gastar en nuestros propios deleites”, no recibimos lo que pedimos. Pero las oraciones de Pablo y Silas, fueron oraciones diferentes, fueron un clamor, pero fueron oraciones que alababan a Dios, porque sabían que la cárcel, ni el cepo, podían detener el mensaje de Dios, el Señor. Su oración fue oída. fue oración que abre puertas, que rompe las cadenas de la prisión. ¿Quién puede retener lo que pertenece a Dios?.
Pablo y Silas eran hombres de Dios y Dios no abandona a los suyos, muy por el contrario, Dios demuestra que sus promesas son fieles, y que El socorre a los suyos. Por medio de la oración, se abren las puertas de las posibilidades, de las cosas imposibles, aún de lo que no creemos o no llegamos a entender. Por medio de la oración caen, se rompen las cadenas de la esclavitud, las ataduras a los vicios, al pecado, a las personas cuya relación no nos conviene como cristianos, a los negocios que nos tienen atrapados, a pensamientos impuros que nos enferman y atormentan. Lo interesante es que cuando nuestras cadenas caen, es probable que las cadenas de otros también caigan.
No importa la noche de pruebas que estés pasando, recuerda que tu Dios y Salvador, te ama. Clama y El te responderá.
¡Señor ayúdame a buscar tu rostro para que las cosas pasen!