En el mundo natural
"Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros." Juan 1:14
Creo que fue Orson Wells, quien hace mas de cuarenta años escribió un libro llamado "La guerra de los mundos", donde contaba la historia de una invasión extraterrestre. Relataba como dos mundos distintos se ponían en contacto. Para los humanos fue una terrible sorpresa darse cuenta que había otro mundo, al que ellos desconocían, que era tan real como el suyo propio. Y eso genero el conflicto.
Es el mismo conflicto que a veces tenemos los humanos con relación a Dios. El reino espiritual y el mundo natural a veces parece que no se tocan. Son como universos separados. El espiritual es invisible, santo, perfecto, reina el amor y la misericordia, Dios tiene pleno poder y autoridad, y nadie se le opone.
Pero en el mundo natural, en esta tierra donde vivimos todos los días, las cosas son muy distintas. Hay dolor, hay muerte, hay tristeza, hay injusticia, hay soledad, hay odio, hay vacío, hay falta de trabajo, hay hambre, hay mentira. Y a veces deseamos que Dios intervenga como lo hizo con el pueblo de Israel. En medio de una nube, que caiga fuego y destruya a los malos.
Leí una comparación que grafica bien esto. La realidad de un microorganismo que se estudia con un microscopio es solo el plano de vidrio donde esta apoyado. Solo puede comprender esa realidad. No tiene idea del costoso aparato, de la tecnología, de las computadoras, del estudio de años que llevan los científicos que lo están mirando. Su única realidad es su entorno. El resto no lo puede comprender. Pero existe otra realidad.
Lo mismo nos pasa con Dios y Su Reino. Existe, pero no lo podemos entender. Y aunque trataran de explicarlo, se escapa a nuestra capacidad de comprensión. Dios puede actuar cuando quiere y como quiere. Pero si hoy no lo hace como lo hizo con el pueblo de Israel, es por alguna razón que El conoce, y que nosotros no entendemos.
Lo que sí podemos conocer, es esta realidad. Jesús un día habitó este mundo. El Eterno y Tres veces Santo, se limitó a un cuerpo humano, sintió hambre, sed, dolor, alegría, sueño, traición, cansancio.
Dios sintió lo mismo que sentimos nosotros, Dios vivió lo mismo que estas viviendo tú hoy. Y unifico los dos mundos irreconciliables en una unidad: La iglesia. Dios ahora habita en nosotros. Está adentro nuestro.
Si quieres ver a Dios, mírate adentro. Si quieres escuchar a Dios, escucha a la Iglesia. Dios no esta lejos, no habita en otra realidad. No esta en otro mundo distante. Dios te comprende. Dios esta en nosotros, y nos comprende. El ya paso por tu experiencia. En Jesús, ambos mundos son uno.
Jesús unifica, no lo dividas.
GRACIAS A LA HERMANA SILVIA POR EL FONDO
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