Honra
""Es honra del hombre evitar discusiones, mas cualquier necio puede iniciarlas." Proverbios 20:3 "
Hoy parece que el mas valiente es quien se enoja mas fácil. Te das cuenta en el tren. El vagón esta lleno de personas, todos vamos apretados como sardinas en lata. Y siempre alguien se queja porque le pisaron el pie o lo molestaron con una valija. Y empieza a gritar y a insultar.
Parece una película cómica, pero es la realidad cotidiana. Vivimos días muy violentos. Hoy por cualquier cosa te podes enojar y reaccionar en consecuencia. Hoy toda actitud violenta esta permitida, porque es para defender tus derechos, aunque para hacerlo, pisotees los derechos de los demás.
Parece que es mas valiente quien pega primero, quien arremete mas, quien insulta mas fuerte. Y esta locura generalizada de enojos y peleas se hizo costumbre. Se metió dentro de la iglesia, y dentro de los hogares cristianos.
Hoy se escuchan portazos y gritos, peleas y platos rotos, donde debería haber amor. Nos dejamos convencer por este modelo de locura, y nos olvidamos de los principios de vida que Dios dejo bien claro.
El sabio Salomón sabía mucho de esto. El sabía que para empezar una pelea solo hacia falta una cosa. La tontería de uno. Cualquier tonto puede empezar una pelea. Y alguien igual de tonto puede continuarla.
Decían los chinos en la antigüedad que para pelearse siempre hacen falta dos personas. No hay peleas de uno. Siempre hacen falta dos que quieran imponer su forma de pensar para que comience una discusión, y hacen falta dos personas tontas para continuarla.
Contra tanta locura, Salomón nos recuerda que solo aquel que tiene la mente fría y el corazón lleno de amor, tiene la capacidad de evitar las peleas. Si, es posible. Aun hoy, con tanta violencia, se puede enfriar la cabeza y se puede evitar la discusión.
Esto es lo que hace verdaderamente grande a una persona. Saber decir que no. Aunque tenga razón, aunque los demás siempre molesten, aunque todos agredan, el verdadero hijo de Dios, tiene la capacidad de poner paz donde hay discusión. Es muy fácil pelearse, no hace falta gran cosa. Pero evitar las discusiones es un trabajo muy duro, que solo quien tiene real dependencia de Dios puede lograrlo. Fijate que pasó esta semana en tu vida, y cuantas discusiones paraste. Esa es la medida de tu fe.
Busca tu propia honra, evita las peleas.
La honra cuesta tanto como el control.
GRACIAS ALA HERMNA SILVIA POR EL FONDO
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