Domingo, 18 de julio de 2010
Mi ritual matutino
Léase Mateo 6.5-15
Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta.
-Salmo 5.3 (NVI)
HACE muchos años puse en práctica algo que aprendí de un artículo que leí en una revista. El escritor había decidido levantarse una hora más temprano en la mañana para buscar de Dios y halló que la experiencia había sido gratificante.
Decidí hacer lo mismo. Cada mañana, yo también me levanto una hora más temprano de lo usual. Leo la meditación diaria de El Aposento Alto y la Biblia. Medito en silencio. Esta hora temprana de la mañana es también un tiempo de reflexión que me ayuda a centrarme y a mantenerme en el camino de Dios. En varias ocasiones, algunos pasajes de la Biblia o meditaciones parecen que fueron escritas para mí, para ayudarme a enfrentar algunas situaciones difíciles de ese día.
Mi ritual matutino me prepara para estar listo para trabajar sin afán, enfrentar la tensión del tráfico en la mañana de una forma calmada, y lidiar con las decisiones que necesito hacer cada día. Ahora sé al menos parte de la razón por la cual Jesucristo nos ordenó: «entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora». ¡La recompensa de pasar un tiempo con Dios es grande!
Sr. Magdiel Martínez (Nuevo León, México)
Oración:
Dios de cada mañana, permite que podamos buscar tu voluntad, desde el momento en que nos levantamos. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Al emprender cualquier jornada, busque la sabiduría de Dios.
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Por mantener la práctica de meditación diaria.
OREMOS: