fragmento del libro solo para mujeres
TÚ, MUJER TIENES NOMBRE NUEVO
Él te dice: "¡Mía eres/ No temas porque yo te redimí; te puse nombre
nuevo, mía eres." (lsaías 43:1) Nadie, escúchame bien, nadie tiene
que quitar tu oprobio. Porque simplemente sobre ti, no hay oprobio,
sino bendición. Tú, amada mía, no necesitas mendigar a ningún
hombre para que te dé su nombre porque tú ya tienes nombre.
Bendecida, llena de Gracia, tu nombre nuevo es: ¡Mía eres! ¡Mía
eres! Suya eres. Asimílalo. Entiéndelo. Tú no te perteneces. Tú fuiste
comprada con sangre. Suya eres, eres de ÉL. En Isaías 54:5 se te
dice que Él es tu Hacedor y tu Esposo. "Debajo de sus alas estarás
seguro." (Salmo 91:4). "Tu moras bajo la sombra del Omnipotente."
(Salmo 91: 1). Omnipotente quiere decir el que todo lo puede. O sea,
el que todo lo puede es quien te cubre. El Yo Soy, ese es el que te
cubre. En Isaías 49: 16 se nos dice que Él te tiene esculpida en la
palma de Su mano. "Guárdame como a la niña de Tus ojos; escóndeme
bajo las sombra de tus alas." (Salmo 17:8)
Si esperas en Él, si te deleitas en Él, si lo que deseas es tener un
buen esposo, Él te lo dará. ¿Que cómo lo sé?, ¿No lo dice acaso la
escritura?: "Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las
peticiones de tu corazón." (Salmo 37:4). El deseo de Dios es darte
un esposo, conforme a Su corazón. Que te ame como Cristo amó a
su iglesia, que dio su vida por ella. Que te trate como a vaso frágil.
(1 de Pedro 3:7) Protegiéndote, cuidándote, apreciándote,
valorizándote, proveyendo para ti, tanto física como emocionalmente.
No, no te estoy pintando un episodio de la Isla de la Fantasía.
Esa realmente es Su voluntad, Su propósito, Su plan para nosotras;
pero nosotras corremos nuestros propios caminos, no nos queremos
someter a Él a la hora de esperar en Él para que nos confirme su
voluntad para con nosotras en cuanto al compañero. Por lo que
entonces frecuentemente nos encontramos con que tenemos que
soportar las funestas consecuencias de nuestras decisiones carnales
a la hora de escoger pareja.
Mujer de Dios, ¿Quiéres que te diga el método para que Dios te
mande un esposo idóneo para ti? Bueno, pues es muy sencillo:
"Deiéitaie en Jehová tu Dios y Él te concederá los deseos de tu
corazón."