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General: EL SEÑOR EXALTA A LOS HUMILDES
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: PEDRO PABLO 2  (Mensaje original) Enviado: 10/08/2010 17:07
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Jehová exalta a los humildes, y humilla a los impíos hasta la tierra. Salmo 147:6

Sé que el título suena duro. Pero lo que enseña es verdad. En otra parte de la Biblia dice: «Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes» (1 Ped. 5: 5). Y la razón es clara: Dios es el ser más humilde. Y no comulga con los soberbios; no se lleva bien con ellos, ni puede caminar a su lado. La razón es bien sencilla: Si hablamos de personas dominadas por el ego, Aman probablemente está a la cabeza. Aman era el segundo después del rey. Era honrado y reverenciado por todos los ciudadanos del imperio, pero había algo que no podía comprar: la obediencia de Mardoqueo. El judío se negaba a postrarse delante de Aman, y ello hería el orgullo del primer ministro persa. Tan profunda era la herida de su orgullo que urdió un plan para exterminar no solo a Mardoqueo, sino a todo el pueblo judío.
El orgullo es destructor. ¿Has visto algo destruido por el orgullo? Somos muchos los que lo hemos visto destruir matrimonios, cuando ninguno de los dos cónyuges se humilla a decir: «Lo siento, fue mi culpa». Lo hemos visto destruir a los mejores hombres, que creyeron que su posición la habían alcanzado por sus propios esfuerzos y no por la gracia de Dios. Hemos visto al orgullo destruir amistades de toda una vida, simplemente por no decir «Perdón, me equivoqué». Aunque a veces no hay una actitud verdadera de perdonar de la otra parte, y ahí se complica más la situación que muchas veces queda sin salida.
Jesús contó una parábola acerca de un hombre orgulloso. Había sido bendecido con grandes cosechas. Se enorgulleció y empezó a construir graneros inmensos para guardar grandes cantidades de cereal, olvidándose de que su fortuna y su éxito venían de Dios (Luc. 12:13-21). Jesús lo llamó "necio". La verdad es que ser orgulloso es ser necio. Aman, a causa de su orgullo, se procuró una vergonzosa derrota.
¿Quieres acercarte a Dios? Entonces, acude a él con un corazón humilde. Si no, ni te molestes. Si tu corazón está lleno de orgullo, no hay ni siquiera un rinconcito para él cerca de Dios.
Quiera Dios que tomemos la decisión hoy de apartarnos del ego y del orgullo. Que seamos humildes en cada uno de los aspectos de nuestra vida. Entonces podremos tener un compañerismo íntimo con Dios, porque él «habita en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu» (Isa. 57:15).

              DONDE HAY FE HAY AMOR

             DONDE HAY AMOR HAY PAZ

            DONDE HAY PAZ ESTA DIOS

          SI ESTA DIOS NO FALTA NADA


GRACIAS A LA HNA. SILVIA POR EL FONDO




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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Debora7 Enviado: 10/08/2010 22:15

 

Amado Hermano precioso tu mensaje comparto esta reflexión ´:

Un Retrato de los Humildes

1. Confían en Dios

Lo primero que hacen los humildes es confiar en Dios (versículo 5b). Creen que actuará a su favor y los sostendrá cuando los demás estén en su contra. La humildad de la Biblia tiene raíces en la confianza profunda de que Dios está a lado de ti y no en tu contra.

2. Encomiendan al Señor su Camino

Luego, los humildes encomiendan su camino al Señor (versículo 5a). La palabra hebrea que indica "encomendar" significa literalmente "rodar." Los humildes han descubierto que Dios es digno de confianza, por eso rodan su "camino”— sus asuntos, sus problemas, sus relaciones, su salud, sus temores, sus frustraciones, rodan todas estas cosas sobre el Señor. Admiten que ellos solos son incapaces enfrentarse con con la complejidad y las presiones y los obstáculos de la vida, y creen que Dios puede y quiere apoyarlos y guiarlos y protegerlos.

3. Confían Callados en el Señor y Esperan en Él

Luego, de acuerdo con el versículo 7a, los humildes confían callados en el Señor y esperan en Él con paciencia. Primero, descubren que pueden confiar en Dios. Luego, segundo, le encomiendan su camino a Él. Y luego, tercero, esperan callados con paciencia las obras de Dios en sus vidas.

Esto no quiere decir que se convierten perezosos. Significa que dejan de tener preocupaciones. Gozan de una especie de tranquilidad estable que procede de la confianza en que Dios es todopoderoso, en que Él tiene sus asuntos bajo su control, y que Él es misericordioso y en que hará que todo salga bien. Los humildes tienen una silenciosa estabilidad con respecto a sus vidas en medio de la agitación.

4. No se Impacienten a causa de los Impios

Su cuarta característica (versículo 7b) es que no se impacienten a causa de los impios que prospera en su camino. O, como dice el versículo 8, abandonan el furor. Su familia y su trabajo y su vida se encuentran el las soberanas manos de Dios; ellos confían en Él, esperan callados en Él con paciencia para ver cómo operarán su poder y su benevolencia; así que las adversidades y los obstáculos y los que se oponen a ellos en la vida no producen el tipo de las amarguras, la ira y la preocupación que es tan común entre los hombres.

Por lo tanto, el retrato que hemos hecho hasta ahora de la humildad, basado en el paralelismo bíblico más cercano (en el Salmo 37:11) a la tercera bienaventuranza, es que empieza confiando en Dios. Esto, luego, encomienda el camino al Señor, confiando en que utilizará su poder y su misericordia para hacer nuestro bien. Entonces, espera en silencio y con paciencia el resultado. Y, finalmente, esto no deja paso a la ira y las preocupaciones al enfrentarse con las oposiciones y los obstáculos.

Así que ya está claro, a partir de este análisis preliminar del Salmo 37, que la humildad tiene mucho que ver con Dios. Consiste en sentirse tranquilamente libre de la ira que nos tiene preocupados y está basado en la confianza en Dios, en encomendar todos nuestros caminos a Dios y esperar en Dios con paciencia. La humildad tiene mucho que ver con Dios.



 
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