Jesús se retiró al lago con sus discípulos, y mucha gente de Galilea lo siguió. Cuando se enteraron de todo lo que hacía, acudieron también a él muchos de Judea y Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de las regiones de Tiro y Sidón. Entonces, para evitar que la gente lo atropellara, encargó a sus discípulos que le tuvieran preparada una pequeña barca; pues como había sanado a muchos, todos los que sufrían dolencias se abalanzaban sobre él para tocarlo. Además, los espíritus malignos, al verlo, se postraban ante él, gritando: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero él les ordenó terminantemente que no dijeran quién era él. Marcos 3:7-12 Se encontró la barca de Jesucristo, el hallazgo fue descubierto en 1983, actualmente la barca está en un museo de Israel y mide 8.2 m., de largo x 2.3 m., de ancho... Es interesante notar como Dios nos ilumina al meditar. Pensemos: Jesús se retiró al lago con sus discípulos. Es vital el retiro para orar, planear, recobrar energías. Pero notamos que el Señor fue seguido por gente de Galilea y Tiro y Sidón. Entonces, sirvió a la gente, fue amable con ella. El Señor planificó, que le tengan una barca lista, que era prestada, con el fin que no se abalanzaran a Jesús, y pueda servir a todos. Además, el Señor se enfrentó a los demonios que gritaban que era el Hijo de Dios, y el Señor se los prohibió. El Señor no quiso que sepa en ese momento que era el Hijo de Dios, además, no era un milagrero, sino Dios mismo, quería que lo siguieran como tal. ¿Sigues a Jesucristo, porque te da el pan, la ropa y la bebida? ¿Eres una discípula/o de Cristo, porque es una gran ayuda en tu angustia?
Le sigo Porque “Él es el camino, la verdad y la vida”, porque Jesucristo es la puerta de salvación, porque Él es Dios y digno de ser adorado...
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