Padeciendo como cristianos
1ª Pedro 4:12
12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,
( Mat 5:10)
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Isaías 40:31
31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
El águila despierta, su nidada revolotea sobre sus pollos; extiende sus alas. Los lleva sobre sus plumas, el águila construye su nido sobre las cimas de lo despeñaderos, a los lados de las cumbres de las montañas, ella entreteje su nido con ramitas de arbustos espinosos a fin de formar una estructura, entrelazada y firme para poner sus huevos…
Después se arranca las plumas más suaves de su pechuga para preparar, un refugio cómodo para sus polluelos, este nido viene siendo un refugio muy acogedor para empollar a sus pequeños…
Una vez empollados viven tranquilos, cómodos y calientitos allá en las alturas por sobre todo peligro, mamá águila los alimenta, protege y suministra, cada una de sus necesidades…
De esa misma manera DIOS nos trata cuando somos “niños en Cristo” comenzamos a conocer la gracia, el amor, el perdón y la abundante provisión de un padre bueno y compasivo; disfrutamos de una morada segura, aprendiendo a saborear la leche espiritual sin engaños…
No obstante llega el momento en que la madre águila sabe que sus polluelos tienen que aprender a defenderse y a volar por si mismos; así es que empieza hacer que su nido sea un lugar incomodo, para vivir empieza a “sacar las plumas del nido y las lanza al abismo” para que sean arrastradas por el viento, el nido se convierte en una morada de espinas; material del cual fue construido…
Aunque los polluelos tratan de acomodarse, no podrán, pues su nido es una morada de espinos, punzantes los cuales están expuestos, el nido viene a ser un lugar muy pequeño, para acomodar a todos los polluelos que compiten por el mejor lugar, las quejas y chillidos de dolor llenan el aire, las pruebas y persecuciones comienzan a agitar a los polluelos que hasta ahora no habían experimentado lo que era el dolor…
Aunque los aguiluchos no comprendían todo lo que les estaba sucediendo, mamá águila tiene un plan ella ha obrado para hacer que el nido sea un lugar incómodo para sus polluelos a propósito a fin de que estén dispuestos a salir a tomar lecciones sobre como volar…
En la vida espiritual así como en la vida natural, existe un principio “sin dolor, no hay ganancias”
Nosotros somos como esos pequeños aguiluchos, aunque la biblia nos dice que somos peregrinos en un mundo que no es nuestro hogar, amamos las comodidades y el ocio, nos encanta establecernos, acomodarnos en nuestros pequeños oasis, y disfrutar de la toma del sol, estamos muy cómodos donde estamos no queremos salir para cruzar por los desiertos con sus penurias en nuestro camino hacia la tierra prometida…
Escuchamos la palabra y disfrutamos de la predicación A veces la encontramos divertida la vida es tan buen y cómoda cuando ÉL señor nos habla estamos demasiado distraídos en nuestra ociosidad para escucharle pero entonces DIOS decide de que es tiempo de que crezcamos…
Maduremos un poco más y las cosas cambian rápidamente, repentinamente empezamos a sentir el peso de los problemas, el dolor, el sufrimiento, “reprendemos al diablo” creyendo que es su obra quejándonos y llorando, sin remedio alguno…
Cuando el dolor y sufrimiento hayan hecho su obra de llamar nuestra atención, cuando estemos otra vez dispuestos a esperar con ÉL y escuchar su voz entonces, nos muestra lo que tiene en su agenda para nosotros DIOS desea enseñarnos a:
A LEVANTAR LAS ALAS COMO ÁGUILAS
Mamá águila invita al aguilucho a subir sobre sus alas en tal punto del proceso de entrenamiento, el aguilucho está tan feliz de poder salir afuera de su nido espinoso, que es fácilmente persuadido a saltar sobre la espalda de mamá águila y fija firmemente sus garras sobre el piñón de sus alas fuertes, está a punto de tomar su primera lección de vuelo…
Con su polluelo firmemente agarrado a su espalda mamá la salta fuera del nido y sale volando hacia las alturas por encima del valle, el aguilucho es llevado por medio de las alturas por primera vez, mamá águila da gritos repentinos para que su aguilucho se caiga, luego lo recoge y vuelve a remontarse, a unos miles de pies de altura sobre el valla “que emocionante es volar” dice el aguilucho para si…
Es tiempo de volar aguilucho de repente mamá águila se lanza de picada por el aire, tal viraje hace que su aguilucho salga disparado de su espalda y comience a descender por el espacio lleno de terror, el lucha por batir sus tiernas alas tratando desesperadamente por mantenerse a flote, pero sigue descendiendo, verticalmente por el vacio hacia una muerte y destrucción inminente…
Justamente cuando todo parecía estar perdido el aguilucho siente la poderosa espalda de su mamá que se coloca bajo sus patas, salvándole del impacto de su caída, el vuelve aferrarse de sus plumas espesas y fuertes y una vez más se siente a salvo…
Ella vuelve a salir volando con su pollo, solo para volver a repetir el mismo episodio, cada vez que lo deja caer el aguilucho va aprendiendo un poco más, hasta que finalmente puede deslizarse solo y…
LEVANTA LAS ALAS COMO ÁGUILA
¡Cuán emocionante poder volar con sus propias alas en lugar de ir en la espalda de su mamá…
Nosotros somos exactamente como ese aguilucho cuando respondemos al llamado de DIOS al ministerio para ascender a las alturas “como con alas de águila” pensamos que es una idea maravillosa, no pasa mucho tiempo sin que comencemos a “volar bien alto” sin embargo DIOS en su misericordia, oculta de nosotros el dolor, la ansiedad y el sufrimiento que envuelve nuestra preparación y entrenamiento no comprendemos el precio que habrá que pagar…
DIOS permite que las evoluciones poco placenteras evolucionen en nuestro trabajo hasta que el dolor nos empuje a rendirnos completamente, y entonces tomar el entrenamiento y discipulado…
Deut 32;11
11 Como el águila que excita su nidada,
Revolotea sobre sus pollos,
Extiende sus alas, los toma,
Los lleva sobre sus plumas,
La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros.
Mi amor en Cristo Jesús esté con todos vosotros. Amén.
Atentamente…
Lupita...