Me he dado cuenta últimamente la cantidad de problemas que hay en la sociedad en general y todo lo que ello acarrea, los principales problemas y preocupaciones de las personas. Drogas, alcohool, padres enfadados constantemente con sus hijos reprochándoles que no estudian y que "no son" lo que a ellos les gustaría que fuesen, y todo se debe a una gran falta de perdón. "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará a vosotros"  Mateo 6:15.

No sólo que Jesús murió en la cruz por el perdón de nuestros pecados, sino que hay un paso más que requiere para alcanzar el perdón de Dios, y es perdonar a los demás.

A mi me solía pasar cuando me enfadaba con alguna persona, me ponía muy mal, me hería y podía estar rencoroso hasta que esa persona me venía a pedir perdón. Pero entendí algo clave, y es que hay que dar sin recibir nada a cambio y que no todo pasa por las demás personas, porque si algo nos afecta pasa por nosotros; entonces yo me digo a mi mismo "mejor perdona aunque no te pidan perdón", para que no tengas que vivir con esa carga el tiempo que sea.

A veces pasa la otra persona que nos lastimo con algo, pero no fue su intención o no se dio cuenta, o tiene muchos problemas uno no lo sabe, pero ¿Sería justo juzgar a esa persona con el enojo y no perdonarlo por algo que a lo mejor no se da cuenta? Queridos hermanos y hermanas les digo que cuando no perdonamos, quedamos atados a eso y se cría un prejuicio con esa persona, un carga y una amargura que a veces no sabemos de donde viene, y ña raiz es la falta de perdón hacia los demás. ¿Quién no va a querer ser libre de esos sentimientos?.

Recuerden, no sólo Jesús murió para perdón  de nuestros pecados, sino que también nosotros debemos perdonar a los demás para alcanzar el perdón, ser misericordiosos, no juzgar, y así vamos a tener paz, esa paz de la verdadera libertad del perdón, esa paz "que sobrepasa todo entendimiento que tanto nos habla la Biblia.

Muchas veces cuesta, sobre todo cuando nos han hecho mucho daño y os lo digo por propia experiencia, pero vale la pena hacerlo así nos desatamos de una vez de esos sentimientos y cerramos esas viejas heridas.