EL MEDICO DIVINO
"Y como el mismo sufrió y fue puesto a prueba, ahora puede ayudar a los que también son puestos a prueba." Hebreos 2:18 "
La frase de la juventud de hoy es: Nadie me entiende. Cada grupo de adolescentes tiene sus códigos y sus normas, y piensan que nadie más puede comprender sus sensaciones. Esto no es nuevo, ya en la década del 60 con los punks estaba latente este problema.
Hoy la situación se ha agrandado mucho mas, y cada vez son más los grupitos que sostienen la incomprensión del resto. Se sienten agredidos por sus padres, por sus maestros, por las autoridades, por la policía, por la sociedad. Y por eso, se aíslan aun más en sus amigos y compañeros. Hacen más grande la pared que los separa del resto y se exilian del resto de las personas.
Es muy complicado entrar en ese aislamiento. La pared es muy alta y muy grande, no dejan lugar para que nadie entre, y lo que ellos creen que los defiende y protege de la agresión externa es lo que los separa y aísla mas de los demás. En mayor o en menor medida, todos pasamos por esta etapa. Hay quienes lo vivieron de manera mas sutil, otros mas violenta. Algunos con gran rebeldía, otros con resignación y frustración, pero todos en algún momento de la vida, nos sentimos incomprendidos. Pero todos de una forma u otra, nos encerramos en nuestra muralla de complejos.
Nuestro problema nos aísla del resto porque nadie puede entender lo que se siente vivir con el, si no tiene ese problema. Nadie puede saber que se siente ser diabético, excepto que sea diabético. Nadie puede saber que se siente vivir con vergüenza, si nunca tuvo timidez. Nadie puede saber que se siente vivir siendo menos que los demás, si siempre fue un superado. Nadie puede saber lo que se siente vivir sin trabajo, cuando tienes trabajo. Nadie puede saber lo que se siente al dormir en la cama de un hospital cuando siempre durmieron en su casa. Los problemas de cada uno, los vive cada uno, y los de afuera solo podemos suponer, porque al estar de afuera, no sabemos exactamente cómo se sienten.
Esto genera mucha angustia y soledad. Y no hay nada peor cuando tienes un problema que sentirte solo. Por eso el autor de la carta a los hebreos, nos deja este consuelo eterno. Hay alguien que vivió lo que tú estas viviendo, hay alguien que soporto los problemas que a ti te hacen mal, hay alguien que sufrió las calamidades que tú estas soportando: Jesucristo.
El fue el único que vivió todas las experiencias que te pueden pasar en la vida. No hay problema, dificultad, tentación, angustia, o preocupación que Cristo no haya vivido. El ya paso por el camino que tú estas caminando, y por eso puede entenderte.
Jesucristo sabe que estas sintiendo porque el ya sintió lo mismo que tu, al vivir esa experiencia. No importa que estés pasando, esa situación, Cristo también la vivió, y sabe lo difícil que es aguantarla. Por eso puede ayudarte. El ya estuvo en ese lugar, y tiene el poder para consolarte. El ya vivió esa tristeza y tiene el amor para acompañarte. No estás solo en tu problema, hay alguien que ya lo vivió y te puede ayudar a superarlo.
En mis angustias, me ayuda Jesús, dice un himno muy viejo, y es una gran verdad. Busca el apoyo en la persona indicada. Deja de encerrarte en tus problemas y dificultades, es tiempo de buscar ayuda en el médico Divino. Para cualquier problema, la ayuda indicada es Jesús. El ya estuvo ahí antes, y sabe como hacer para salir del inconveniente. El es tu mejor ayuda.
Es impactante pensar que Cristo vivió lo mismo que estas viviendo ahora. La única diferencia es que El jamás cometió pecado, pero el sentimiento fue el mismo. El sabe qué hacer.
Cristo sabe que estas sintiendo, El ya lo sintió.
Gracias a la hna. Silvia Rodriguez por el fondo
AMIGOS UNIDOS EN CRISTO