Siervos
“Pero rodeándole los discípulos se levantó y entró en la ciudad...” Hechos 14:20 "
El apóstol había sido golpeado brutalmente y había quedado tirado fuera de la ciudad, en una muestra clara de que, a los hombres de esa ciudad no les interesaba la vida de ese hombre. La vida del hombre no valía nada para los religiosos, que decían estar de parte del Dios de la vida.
Estas incongruencias suceden hoy, en muchas partes del mundo, donde el hombre, es un número en la estadística y no una vida creada por Dios. Quizás los habitantes de esta ciudad no le hubiesen hecho daño, si él no hubiese predicado su mensaje. Pero él fue fiel a su Dios. ¡Cuántas veces los hermanos que trabajan en la obra de Dios, son atacados por su mensaje!, su fidelidad para con Dios, produce una reacción, en aquellos que no conocen al Señor.
Ellos no pueden entender las cosas de Dios. Por estas cosas muchas veces los siervos de Dios, sienten la soledad, el abandono de sus amigos la incomprensión de sus hermanos de su propia familia y aún de la iglesia, que no comprende ni su cansancio, ni su esfuerzo y es indiferente a sus necesidades. Pero que importante fue para Pablo, que sus discípulos le rodearan, esto habla de cuidado, de protección, de calor, de cariño, de amor. ¡cuántas veces recibimos amor de los nuevitos en la fe, como si fuese una caricia de parte de Dios!.
Para alguien que está permanentemente entregándose, sirviendo y viviendo para otros, es muy importante que pueda recibir ese cariño y amor de ellos. La demostración de amor a los que nos presiden en el Señor es algo que La Biblia enseña. Si no lo estamos haciendo, estamos desobedeciendo al Señor. Esto no quiere decir que debemos estar de acuerdo en todas las cosas, pero probemos hacerlo y veremos los resultados. En primer lugar seremos de bendición para ese siervo de Dios. En segundo lugar, cuando uno bendice a otro, uno mismo es el primer bendecido con un gozo verdadero. Luego el haber bendecido al siervo le ayudará a levantarse, le ayudará a llevar sus cargas y a cumplir con su misión. Comienza hoy por orar por tus ancianos, pastores y líderes, háblales por teléfono o visítalos, piensa en sus necesidades, si precisan una ayuda práctica, rodéalos de cariño, comienza a demostrarles tu amor.
¡Señor ayúdame a ser de bendición para tus siervos!
PEDRO PABLO
GRACIAS A LA HNA. SILVIA POR EL FONDO
AMIGOS UNIDOS EN CRISTO
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