Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

AMIGOS UNIDOS EN CRISTO
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 VISTA RÁPIDA 
 JESUS LLAMA HOY A TU CORAZON...RECIBELO!!! 
 MENSAJE DE BIENVENIDA 
 BIBLIA ON LINE 
 
 
  Herramientas
 
General: VIVIR SIN ELLOS
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: PEDRO PABLO 2  (Mensaje original) Enviado: 13/11/2010 03:15
 
 

VIVIR SIN ELLOS

       Ángel Gabilondo                                

Nos faltan. Les echamos de menos. Decimos que se nos han muerto, que algo de nosotros fallece en su irse. En cierto  sentido, siempre estamos de despedidas. Incluso en el momento de conocernos, bien  sabemos que, tarde o temprano, nos separaremos, quizás sin palabra alguna. Por eso la generosidad que exige el amor es la de asumir que no cabe retención, que no nos tendremos jamás. Hasta un hijo acabará por emprender su propio vuelo, en ocasiones de largo alcance. Pero nada es comparable a su pérdida definitiva, algo que ni siquiera en sueño puede soportarse.

   El corte se presenta en toda su crudeza. No hay nada que hacer, salvo aprender a vivir en esa carencia que abre  la vida y la marca, definiendo los tiempos irremisiblemente en un antes y un después. Toda la ayuda, todo el afecto y la complicidad del mundo, toda la compañía podrán favorecer que se prosiga en el vivir, pero siempre con una herida decisiva. Tal vez pueda hacérsela fructificar, pero es inútil tratar de olvidar. Más vale propiciar el buen recuerdo y, con afecto y con tiempo, convivir con esta quiebra fundamental. Y tratar de hacerlo sin perder la dignidad de un ser vivo.

   También eso que llamamos "ley de vida" se impone y la supuesta naturalidad con la que la invocamos expresa más la resignación que el consuelo. Se van nuestros mayores, nuestros padres, y siempre fallecen algo a destiempo, dejándonos, con independencia de la edad que tengamos, en una orfandad sin paliativos. Sin su presencia, sin su referencia, incluso para disentir o discutir, se hace un vacío. Son ya para siempre quienes no están. No hay línea telefónica, ni visita, ni celebración, ni paseo. No hay conversación, ni tan siquiera la que se mueve deliciosamente por la superficie. No están.

   Solo quien ama puede precursar la muerte. En definitiva, querer a alguien es saber que puede perdérsele, que se habrá de perder. La muerte del amigo, de la amiga, nunca reemplazable, sin sustituto, exige comprender que hemos de vivir sin los que más nos faltan, los que con su ausencia dan otra dimensión a nuestra presencia. Son los que se nos han ido, pero están siempre constituyéndonos. En cada encuentro casual con alguien, cuando manifestamos el deseo, pocas veces cumplido, de quedar, de reencontrarnos, estamos perfilando esa íntima relación entre el afecto, la despedida y la muerte.

   Pero no sólo nos faltan quienes no están ya, sino también quienes no están todavía. Podemos echar de menos a quienes no conocemos ni quizás conoceremos en tanto que restan por venir. Quizás estemos a tiempo. Tal vez lleguen encontrándonos vivos.

 

Gracias a la hermana Andrea por el fondo

Pedro Pablo

Andrea



Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: mujervirtuosa8 Enviado: 14/11/2010 19:34

CARLOS, GRACIAS POR TU ESCRITO. TE ENVIO UN ABRAZO. DTBM

Migdaliarostro.gif picture by detallitosdelalma


Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Piedra Preciosa Enviado: 19/11/2010 01:58


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados