C R I S T O R E Y
En esta semana he tenido la tentación de calificar a nuestro mundo, como “el cestillo de costura de la abuela” donde había de todo; junto a la cinta de seda te encontrabas con el remiendo de pana. Lo mismo veías un roto que un descosido. Dicen que en la variedad está la hermosura pero es que, muchas veces, lo que llamamos variedad es un caos que no hay quien lo entienda. Y yo diría que es más por falta de voluntad que de inteligencia.
Esto viene, queridos amigos, a que me dio por preguntarme en esta semana: ¿Es este mundo reino de Dios? O ¿es que siguen los gritos del viernes santo aplastando las notas del Aleluya de resurrección? ¿ Por qué? ¿Me dice algo esta fiesta de JESUCRISTO ES REY y tiene sentido para mi? ¿Soy constructor o sólo de los mirones, mientras alguien construye o repara?
Ciertamente queridos cristianos que en este mundo nuestro, hay detalles, acontecimientos y noticias para todo y en todos los sentidos: Hay de bueno hasta muy bueno y lo hay de malo e incluso perverso. Mira, me encontré esta semana con alguien que tenía una niña deficiente y adoptada, ante la extrañeza que inconscientemente debí mostrar, me explicaron los padres adoptivos, “ la elegimos así nosotros y lucharemos por hacerla feliz porque a los guapos todo el mundo nos quiere” Me quedé cortado. ¡Todo honor y mi cariño a ellos! En la tarde de ese mismo día, cayó en mis manos la ya famosa foto del niño, a punto de caer asesinado por el hambre en el desierto de Yemen, mientras sólo un buitre esperaba el momento. No sé por qué pero al final del día me puse a tararear la canción “Anunciaremos tu reino, Seño tu reino…” Cuando me dí cuanta, me quedé helado pensando que NO ES VERDAD. ESTE MUNDO NO ES TU REINO SEÑOR.. TE PERTENECE SI. TE PERTENECEMOS PERO NO TE DEJAMOS REINAR….. NO TE FACILITAMOS LA OBRA PARA TRANSFORMARLO EN TU REINO. Sencillamente, un habitáculo donde la humanidad, te reconozca, te adore y se quiera. Amigos, este mundo nuestro nos necesita como LIBERADORES para liberar a otros de la inhumanidad y del mal que esclaviza. Todos los convertidos saben que Dios le ha regalado una liberación radical como nacimiento a una vida nueva y no descansan hasta hacerse colaboradores de su reino.
Se necesitan muchas manos para ayudar, muchos voluntarios para acompañar, muchos hombres y mujeres para testificar que te han conocido.