Los Cinco Minutos De Dios
De Alfonso Milagro
Sonrie
Sonríe porque amas. Cuando odias, desfiguras el rostro, pues adquieres apariencia de ogro y ahuyentas a quienes se quieren comunicar contigo.
Hazte siempre simpático. Ama para que sonrías con toda el alma. Sonríe no sólo con los labios y con los ojos, sino ante todo, con el corazón, para que tu rostro se ilumine con una radiante y acogedora sonrisa.
Acostúmbrate a sonreír amablemente hasta que te hagas experto en simpatía sincera.
Que tu sonrisa sea expresión de la paz interior, para que puedas provocar esperanza en los corazones desalentados.
Regala Una Sonrisa Al Mundo
Y El Mundo Será Sano y Feliz!!