POR UNA INFANCIA FELIZ

Fomentar la responsabilidad, autodisciplina y actitudes maduras en tus hijos es algo positivo, pero no más importante que dejarlos disfrutar su niñez.  
Las presiones de la vida moderna hacen que muchos padres de familia se esmeren en acelerar el crecimiento intelectual y emocional de sus hijos.  Bajo el lema de que “es por su bien”, los sobrecargan con tareas y actividades que apenas les dejan tiempo para jugar.   “Los niños se ven inmersos en una serie de expectativas por parte del mundo de los adultos.  Se les bombardea con la pregunta ¿Qué vas a ser cuando seas mayor?”, señala Wayne W. Dyer, psicólogo y autor del libro La felicidad de nuestros hijos.  “Se les cría en una atmósfera angustiada (...) cada vez más niños requieren atención psiquiátrica para poder amoldarse a las complejidades de crecer en el mundo moderno”.

De acuerdo con Ileana Alfaro, psicóloga clínica, la imposición de disciplina y expectativas demasiado altas genera estrés en los infantes y les hace experimentar frustración. “Cuando no se desarrollan en un ambiente saludable, crecen con un vacío existencial que los puede llevar a la depresión e incluso al suicidio”, advierte.   

Los expertos aconsejan a los padres de familia respetar el ritmo individual de desarrollo de sus hijos, no presionarlos, aceptarlos como seres completos, enviarles siempre mensajes positivos, amarlos por lo que son y tratarlos como si ya fueran lo que pueden llegar a ser.  

Por Lili Beteta

Fuentes: Psicóloga Ileana Alfaro de Morales. Libro La felicidad de nuestros hijos, Wayne W. Dyer, editorial Grijalbo Mondadori.