León
"Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quien devorar." 1 Pedro 5:8 "
De todos los animales de la selva, el león es el rey. Nadie sabe por qué. El elefante es mas grande, el hipopótamo es más salvaje, el tigre es más elegante, el leopardo es más rapido, el rinoceronte es más peligroso, pero nadie duda que el león sea el rey.
Alguien a quien hay que respetar y de quien hay que cuidarse. Hace poco en el zoológico de Buenos Aires, un muchacho que estaba de visita entró en la jaula de los leones y quiso jugar con uno de ellos. Solo sufrió algunos rasguños y golpes, pero salvó la vida de milagro porque el león no tenia hambre. No estaba muy bien de la cabeza y no se dio cuenta del peligro que corría. Pensó que era divertido y quiso probar. Hoy agradece no tener que padecer las consecuencias.
Pensaba que en la vida cristiana, también estamos amenazados constantemente por el león. Pedro conocía muy bien a su enemigo y lo describe con total justeza. Está esperando, mira detenidamente a sus víctimas y estudia dónde atacar. No lo hace sin planear antes su estrategia. Cuando el león ataca, primero estudia a sus victimas y cuando elige al animal más débil, nunca se distrae con el resto de la manada. Pone toda su fuerza y su ferocidad en buscar al que habia elegido.
El diablo es igual. Nunca ataca sin antes planear su estrategia. El nos estudia y desea hacernos mal. Cada uno de sus planes son para perjudicarnos. Y cada una de las tentaciones que a diario recibimos, tienen por único objetivo alejarnos de la comunión con Dios. El intenta siempre hacernos pecar para que perdamos la comunión con el Padre.
Ya no puede sacarnos la salvación, pero está constantemente luchando para hacernos pecar. Por eso Pedro, que conocía muy bien de estos temas, nos hace esta recomendación tan actual.
Para vencer al león, tenemos que ejercitar el dominio propio. Tenemos que saber elegir siempre bien. Y esto se hace muy difícil cuando tenemos a la mano tantas cosas agradables pero prohibidas. Hace una lista de las cosas que a diario te ofrecen y que Dios prohibe. Decir que no a eso, es lo que Pedro llama dominio propio. Es no dejarse llevar por el enojo, no pegar portazos ni gritar o insultar cuando las cosas no salen como uno quiere. Es no envidiar la camisa que se estrenó tu compañero, aunque no puedas comprartela. Es no criticar al líder de la iglesia, aunque se haya equivocado. Es no mirar esa revista o esa pagina web pornográfica, aunque todos la recomienden. Es no mentirle a tus padres para evitar un castigo. Es no quedarse con el vuelto del almacen, aunque nos haga falta el dinero. Es mantener una conducta santa en un mundo totalmente pecador.
Dominio propio es saber decir que no, cuando hay que decir que no. Y para esto hay que estar muy alerta, despierto y sabiendo que es lo que Dios espera de tí en cada situación. El sabio consejo de Pedro es que ante la duda, no lo hagas. El león esta afuera, buscando a quien devorar.
Podemos vencerlo, tenemos de nuestro lado el poder mas grande del universo. Dios es nuestro apoyo y guía para elegir bien.
Elegir bien, es devorarte al devorador.
Gracias a la hermana Silvia Rodriguez por el fondo
AMIGOS UNIDOS EN CRISTO
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