
Seamos fuerte, seamos felices. Aprendamos a sonreír, por favor, no dejemos que las manchas oscuras del pasado acaparen nuestra luz y tratemos de encontrar en lo pequeño, la magnífica posibilidad de ampliar nuestra percepción. No nos dejemos vencer por el dolor, que a pesar de tanta tristeza, el mundo tiene motivos hermosos para ser feliz.
¡ Vive ! Algún día te tocará a ti ayudarle a otra persona a vivir y seguramente lo harás mejor que nadie... Para los que estamos en Cristo todas las cosas pasan con un propósito, nada es por casualidad, son experiencias que te ocurren para cuando llegue el momento de ayudar a otros, seas de mucha bendición...

|