“Declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario, que el Cristo padeciese y resucitase de los muertos, y que Jesús, a quien yo anuncio, decía él, es el Cristo.” Hechos 17:3 "

Algunas veces escuchamos hablar de Jesús de una manera histórica, o afirmando su vocación de maestro enseñando con fuerza sus valores, para otros es el revolucionario que vino a cambiar el mundo con sus ideas de paz y amor. Esta es una visión limitada de la misión de Jesús en su vida. Muchas personas piensan en como vivir las bondades de la vida, comparándose con quienes posiblemente estén viviendo de una manera equivocada. Otros que son asiduos concurrentes a sus reuniones religiosas también lo hacen. Unos y otros de una manera no confesada, están desconociendo el objetivo de Dios para sus propias vidas.

Dios nos dejó el ejemplo perfecto de una entrega de amor, al enviar a su Hijo al mundo. En el evangelio según S. Lucas 19:10 dice que “Jesús vino a buscar y salvar lo que se había perdido”. Cuando el hombre comienza a buscar y efectuar comparaciones justificatorias de la bondad de una vida, está implícitamente objetando el propósito Salvador de Dios, y nuestra responsabilidad personal en testificar de la obra de la cruz, en pro de pasarla lo mejor posible. En S. Juan 3:17 dice que “el Señor no vino para condenar al mundo, sino que vino para salvarlo”.

Estas palabras declaran en la Biblia que: “Era necesario que el Cristo padeciese y resucitase de los muertos”. Sin el sacrificio de la cruz, con el cordero de Dios derramando su sangre, no habría salvación posible, porque había que cumplir la ley de Dios. Las palabras del hombre pueden estar equivocadas, pero las Sagradas Escrituras, son la Palabra comprobada de Dios y nuestra exposición debe ser y estar siempre basada en ella. En I Pedro 2:2 dice: “Para que por ella crezcáis para salvación”.

Muchas veces leemos buenos libros, de autores sanos en la doctrina del Señor, pero el problema es que le damos mas importancia a esos autores que a las Sagradas Escrituras. Dios está interesado en cada uno lea Su Palabra y así escuches su voz, que es la única Autoridad, sobre todo lo que existe.

¡Señor ayúdame a escuchar tu voz a través de tu palabra y a testificar de ella!.