FRAGMENTO DEL LIBRO : SI LOS ANIMALES PUDIERAN HABLAR
AUTOR: Werner Gitt / Karl-Heinz Vanheiden TRADUCCION: Elisabet González Martín
Compitiendo con Osram
Aunque soy un pequeño escarabajo insignificante, no obstante soy una maravilla del taller de Dios. Me llaman luciérnaga (Lampyris y phausis), gusano de luz o también candelilla. Pero en realidad, esos nombres no son correctos, porque ni soy un gusano, ni soy incandescente. Porque la luz que yo produzco es «fría». En este proceso denominado bioluminiscencia no se genera calor de ninguna clase. Eso es precisamente lo asombroso que sus técnicos todavía no han podido imitar. Una bombilla normal transforma en luz como máximo el 4 % de la energía suministrada, y un tubo fluorescente llega como mucho al 10 %. Todo el resto se desperdicia en forma de calor. Debe reconocer que sus lámparas son más bien estufas que alumbraderas. Pero en mi caso, el Creador ha logrado el mejor rendimiento posible: el 100 % de la energía invertida se transforma en luz. Mejor no se puede aprovechar la energía. Ahora contemple usted mi alzacuello. Protege mi cabeza mejor que el casco de un motorista. Mi Creador, además, dispuso el material rígido de tal forma que fuera transparente delante de mis ojos - y sólo allí lo es. Así puedo ver el mundo a través de estas ventanas. Bueno, ya puede apagar su pobre lamparilla, si no le importa. Lo demás se lo puedo contar a oscuras. ¿Ve allí repartidos en la hierba los muchos puntitos de luz? Eso son nuestras hembras. No pueden volar. Durante el período de apareamiento se suben a tallos de hierba sobresalientes. En cuanto se acerca un macho, la hembra sube en alto la parte trasera de su abdomen con su órgano luminoso. Así se ve muy bien la luz amarillenta tirando a verde, y el macho viene a aparearse. Entre mis parientes - y tengo más de 2.000 diferentes - está otro alumbranoche, el photinus pyralis. En su familia, machos y hembras se comunican por medio de destello. Uno de esos destellos dura solamente seis centésimas de segundo. Es notable que los machos emiten un destello exactamente cada 5,7 segundos, y las hembras contestan al mismo ritmo, pero 2,1 segundos más tarde. Hasta el día de hoy, nadie sabe como pueden encender y apagar la luz tan rápidamente. En el verano mi hembra pone los huevos en lugares húmedos debajo de hojas muertas. De ahí se desarrollan primeramente unas larvas medio adultas. Pasan el invierno en ese mismo lugar, la primavera siguiente se transforman en crisálidas y luego salen de ahí como luciérnagas. Entre nuestros enemigos están las ranas. En el caso de que una de ellas se haya comido demasiadas de nuestra especie - y esto, lamentablemente, ocurre de vez en cuando - ella misma empieza a lucir en la oscuridad. ¡Qué raro debe parecerles a ellas...! Esto tiene que ver con el hecho de que ya nuestros huevos desprenden un poco de luz, naturalmente también nuestras larvas y crisálidas. Pero volvamos otra vez a mi «persona» - y luego, por favor, póngame otra vez en libertad. Tengo que contarle todavía sobre el admirable órgano luminoso del que me ha dotado el Creador a mí y a mis parientes. En el fondo se compone de tres capas de células. La capa inferior la forman células cuyo plasma está repleto de diminutos cristales angulares. Estos cristales actúan como una pared reflectora - comparable a los reflectores de las bicicletas. La capa intermedia contiene las células luminosas propiamente dichas. Están llenas de unas partículas redondas, las mitocóndrias que como centrales eléctricas en miniatura son responsables de proveer la energía. De manera especial, estas células luminosas están ricamente provistas de nervios finísimos y pequeños conductos respiratorios. La tercera capa, la exterior, es la piel. En esa parte del cuerpo precisamente es transparente, de modo que puedo dejar brillar mi luz ante hombres y animales. Mi luz no resplandece de forma intermitente, ni tampoco es de varios colores, pero, no obstante, alabo a mi Creador que también a mí me hizo como una pequeña maravilla. ¿Por qué no me acompaña en esta alabanza a Dios?
DIOS LOS BENDIGA
SALUDOS FRATERNOS
VIDAS EN JESUCRISTO
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