Una persona que llevaba a cabo una encuesta informal sobre las oraciones de los creyentes en sus iglesias descubrió que la mayoría de la gente realiza uno o dos tipos de oración. El primero era el tipo SOS, que no solo significa "Salva nuestras almas", sino también "Oh Dios, ayúdanos ahora".
El segundo era RNP: "Resuelve nuestros problemas". Las personas le pedían al Señor que les ayudara en todas las necesidades, dificultades, pruebas y tentaciones.
Querían vidas perfectas, despreocupadas y creían firmemente que eso era lo que Dios les había prometido. La conclusión que sacó de la encuesta fue: "La mayoría quiere que Dios lo haga todo".
Sin embargo, Dios no ha prometido vivir nuestra vida por nosotros sino más bien caminar con nosotros a través de nuestra vida. Nuestra parte es ser fieles y obedientes; su parte es dirigirnos, guiarnos, protegernos y ayudarnos.
Annie Johnson Flint reconoce la verdadera naturaleza de la promesa de Dios en este poema:
Lo que Dios ha prometido
Dios no ha prometido Cielos siempre azules, Sendas cubiertas de flores Durante toda nuestra vida; Dios no ha prometido Sol sin lluvia, Gozo sin tristeza, Paz sin dolor. Pero Dios sí ha prometido Fuerzas para el día, Descanso de las labores, Luz para el Camino, Gracia para las pruebas, Ayuda de lo alto, Compasión constante, Amor sin fin.
Haz lo que sabes que puedes hacer hoy... ¡y luego confía en Dios para que Él haga lo que no puedes hacer!
Mateo 28:20 De una cosa podrán estar seguros; estaré con ustedes siempre (de forma perpetua y constante y en cada ocasión), hasta el (mismo) fin del mundo.
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