¡Sigue Adelante!
¡...me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y si perezco, que perezca! Ester 8:16
¡Cuanta falta hacen en nuestro tiempo, mujeres y hombres valientes como
Ester! Personas que se atreven a defender lo que es correcto sin
complejos ni temor.
Me parece que uno de los males de nuestros días es la capacidad de ver lo
negativo en toda situación y la incapacidad de luchar por lo que sabemos
que es correcto, a pesar de las consecuencias de no hacerlo.
Necesitamos valientes que vayan adelante y sigan adelante; que no
escuchen las palabras de los que se especializan en hacer que los
visionarios se devuelvan.
Dice Charles Swindoll, que está por convencerse de que la razón por la que los alpinistas se amarran unos a otros con una soga es para evitar que el último se vaya para la casa. Los que van adelante nunca consideran el echar a atrás como una opción, pero lo que van al final? bueno, digamos que son los últimos en ver la gloria.
Estoy tan contento de que alguien como Lawrence Molina haya decidido
ser un atleta a pesar de que muchos le dijeron que sin sus dos piernas
era imposible correr. De que Tony Meléndez no se detuviera en su deseo
de tocar la guitarra, ser un buen padre y esposo, y hasta conducir un
automóvil, a pesar de que muchos posiblemente trataron de convencerlo de
que sin sus dos brazos no lo iba a lograr. De que nuestro Señor Jesús se haya despojado de todo cuando dejó el Cielo para vivir entre nosotros y seguir el camino a la cruz a pesar de que muchos podrían pensar que tú y yo no valíamos la pena.
Podría agregar muchos otros ejemplos a la lista, tal vez tú eres uno de
ellos; si es así te felicito. Pero hay algo incompleto en esta idea. Casi
todos los días nos encontramos a alguien que está a punto de iniciar el
viaje más arriesgado y atemorizante de su vida. Esa alma puede ser un
amigo, tu cónyuge, o un pariente. ¡Anímales! Diles con entusiasmo: Eres
especial ¡estoy orgulloso de ti! Atrévete a decir lo que más necesitan oír:
¡Sigue Adelante!
Nuestro problema no es la falta de potencial; es la falta de
perseverancia. La gente cuyo carácter se está desarrollando es gente que no vacila en decir ¡Adelante! aunque la mayoría diga que no se puede. Te
invito esta semana a meditar en el capítulo ocho del libro de Ester.
EN UN MUNDO CAMBIANTE, EL CARÁCTER INMUTABLE DE DIOS NOS DA CONFIANZA.