El mandamiento más grande
mateos 22: 36 -40
" 36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38 Este es el primero y grande mandamiento.
39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas."
Creame hermano/as, Amar no es sólo sentir mariposas en el estómago y estar obnubilado por la otra persona, veo a mis amados hijos, tan bellos ellos y enamorados de sus esposas y esposos, son lindos, jovenes, amables y les digo siempre.
Amar es mucho más que eso.
Es una decisión que tomamos una vez y la sostenemos cada día.
El día en que conoció a su esposo/a parecía que todo era un jardín de flores, el mas bello, mas sabio, mas inteligente, el que se destacaba en todos los deportes, el mas amable era un precioso principe.
Ni un sí ni un no, juntos para todos lados y después de cuarenta años de casados, la princesa ya es la viejita y el príncipe, el viejo. Muchos dicen o piensan se apagó el amor, ahora sólo queda la costumbre.
Si se apagó el amor,... ¡enciéndalooo ya! Amar no es un sentimiento. Es un mandamiento.
¿Y cómo se obedece ese mandamiento? Primeramente amando a Dios sobre todas las cosas y luego a su cónyuge como a usted misma.
No importa cuántos años hayan pasado, avive el amor cada día. Piense en cómo agradar al otro, tal vez con el desayuno que más le gusta, dejándole a la noche un chocolate en la almohada, diciéndole palabras bonitas durante el día.
Una llamada telefónica, un mail, lo que se le ocurra puede hacerlo.
Cuidar, respetar, honrar, dar, eso es amor. (Lea 1 Corintios 13)
Usted siempre decide accionarle o no.
Si lo hace, si camina en amor, estará en la perfecta voluntad de Dios y su hogar recibirá una lluvia de bendiciones.
Actúe en amor con su pareja, con sus hijos y extienda el amor hacia los demás también.
Eso es voluntad de Dios.
Oración: Padre, Tú has derramado tu amor en mi corazón. A partir de hoy decido amar a mi esposo/a sin condiciones. Activaré ese amor que has colocado en mí cada día y sobre las personas que me rodean. Gracias padre, en el nombre de Jesús. Amén.