Un saco de zozobras
Un viajero cargaba un saco pesado bajo el cual se esforzaba y se quejaba sin cesar. De nadie podía obtener ayuda y consuelo. Caminaba despacio, gimiendo bajo su carga, cuando se le acercó un ángel y le preguntó: "Hermano, ¿Qué llevas ahí?" Aquel respondió refunfuñando: "Mis zozobras..." El ángel sonrío compasivamente y le dijo: "Veamos tu carga y examinemos tus zozobras" Así lo hicieron, pero, he aquí el saco estaba vacío. "En verdad, dijo el viajero, había en él dos cargas demasiado pesadas para ser soportadas por mortal alguno; pero había olvidado que uno era de ayer y se fue" "¿Y, la otra...?" Preguntó el ángel. "La otra era de mañana y no ha llegado aún..." Se sonrió el ángel con infinita compasión y le dijo: "El hombre se dobla bajo el peso de las zozobras de ayer y de mañana... El que se afana sólo por las cosas de hoy no necesita saco para ellas. Si tú quieres echar a un lado esa cosa negra y dedicar todo tu valor, fuerzas y regocijo a las actuales, nunca te agobiará una verdadera desdicha". El hombre siguió su consejo y se puso en marcha. Al regresar de su destino anochecía y terminó su viaje risueño y regocijado.
VIVE UN DÍA A LA VEZ...
ORACIÓN: Dulce y amado Señor, enséñame a vivir de una manera correcta, sin el tormento del pasado, sin el afán del futuro... Por favor te ruego me des la libertad de gozar cada día y vivirlo intensamente como si fuera el último de mi vida.
28Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Mateo 11:28-30
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