Cada año, el 21 de septiembre se conmemora en todo el mundo el "Día Internacional de la Paz", el cual fue declarado en 2001 por la Asamblea General de las Naciones Unidas para "conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación y cada pueblo". La Asamblea General declaró que ese día se observaría la cesación del fuego y la no-violencia a nivel mundial, e invitó a todos los Estados Miembros, a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, a las organizaciones regionales y no gubernamentales y a los particulares a celebrar el Día, realizando, entre otras cosas, actividades educativas y de sensibilización de la opinión pública.
Si queremos construir el futuro debemos actuar de inmediato y de común acuerdo, para que la paz y la no-violencia sean una realidad para todos los seres humanos.
El aumento de la violencia y los conflictos en diversas partes del mundo hacen de gran importancia la reflexión y la acción para construir y fortalecer una cultura de paz en la sociedad.
Cultura de Paz
La Cultura de Paz es el conjunto de valores, actitudes y comportamientos que reflejan el respeto de la vida, de la persona humana y de su dignidad, de todos los derechos humanos; el rechazo de la violencia en todas sus formas y la adhesión a los principios de democracia, libertad, justicia, solidaridad, cooperación, pluralismo y tolerancia, así como la comprensión tanto entre los pueblos como entre los grupos y las personas sin importar sexo, etnia, religión, nacionalidad o cultura.
En la construcción de una cultura de paz es de gran importancia prevenir los conflictos atacando sus causas mediante el diálogo y la negociación; reconocer la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres; así como la libertad de expresión, opinión e información.
Para que nosotros mismos y las generaciones venideras podamos cosechar los frutos de esta Cultura de Paz, debemos actuar desde ahora. Es preciso:
- Fomentar la educación para la paz, los derechos humanos y la democracia, la tolerancia, y la comprensión internacional;
- Proteger y respetar todos los derechos humanos, sin excepción alguna, y luchar contra toda forma de discriminación;
- Promover los principios democráticos en todos los ámbitos de la sociedad;
- Vivir la tolerancia y la solidaridad;
- Luchar contra la pobreza y lograr un desarrollo sostenible en provecho de todos, capaz de proporcionar a cada persona un marco de vida acorde con la noción de dignidad humana;
- Proteger y respetar nuestro medio ambiente.
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