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Hoy, al encontrarte desde el infinito, sucumbieron en mí ser tantos recuerdos, tantas locuras y pude entender que a pesar del tiempo y la distancia, aún te quiero… Entendí que tienes el poder de seducir cada poro de mi piel, cada gota de sudor, cada parte de mi cuerpo... Y que tú logras calmar esa agonía que mi corazón siente cuando la soledad me acompaña...
Entendí que logras que revivan en mí la nostalgia, las pasiones, los sueños, las travesuras más inimaginables, cada vez que te deseo… Quise encontrar en mi cuerpo un lugar que no te conozca, un lugar que no me transporte a desearte, un lugar que me calme las ansias de tenerte junto a mí… Supe cuántos sentimientos encontrados, llegaron a mi mente cuando me hablaste tierno y apasionado, y como tu sonrisa me acaricio desde la cabeza a los pies…
Quise tener otra oportunidad de verte a los ojos, cerca de mí para extraer de ti, toda la dulzura que llevas dentro y que escondes en las caricias más tiernas cada vez que me recorres con tus manos y tu mirada… Desee lentamente y sin pensarlo dejar llevar todo mi ser hacia tu cuerpo para entregarle toda la pasión quieta, que sé quedo dormida desde el día que te fuiste...
Nunca, he podido dejar de amarte, porque sé que te amo... Te he amado desde siempre, desde cuando un roce de tu piel erizó mi piel, desde que vi el reflejo de tus ojos en mis ojos y desde que tu sonrisa me cobijó y me besó en el silencio de la noche… Ahora, que te vuelvo a ver, puede decir sin pensarlo tanto que eres, has sido y serás la mejor locura que ha sentido mi ser y la oportunidad más esperada para ser feliz.
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