José era odiado injustamente
José era odiado porque no participaba en la mala conducta de sus hermanos, porque su padre le tenía un afecto especial por haberle tenido en vejez, y por los sueños profeticos que tenía. En ninguno de los tres casos tenía la culpa
Eran sus hermanos quienes se portaban mal; su padre era el que le había hecho la tunica de muchos colores por ser el hijo de su vejez, y había sido Dios quien le había dado los sueños profeticos. José no había dado motivos para que sus hermanos sintieran el odio que tenían, pero en ningún momento encontramos en la vida de José que haya devuelto el mal con el mal (al contrarios devolvio el mal con el bien, como debemos hacer los cristianos). Es que las almas grandes espirituales, los espíritus nobles, saben eliminar cualquier razón quee se presenta a su vida para introducir los malos sentimientos; saben bloquear todas las entradas a fin de que no se cuelen en su vida sentimientos de odio y de amargura.
B. Dios nos hizo para que nos amemos los unos a los otros: al respecto la Biblia dice: "Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros" 1Juan 3:11.
"En esto se minifiesten los hijos de Dios, y los hijos del diablo: Todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios" 1Juan 3:10.
"Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos, . El que no ama a su hermano, permanece en muerte. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él" 1Juan 3:14-15.
C. Este es el amor del cual nos habla Dios en su Palabra es practico: que se evidencies por nuestras accciones, "Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado por mi Padre antes de fundación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; Mt.25:34-35.
C. Testimonio: Durante la segunda guerra mundial, Cuando Japón invadio las Filipinas, un joven filipino cristiano fue duramente torturado por un oficial japones quien creía que el joven tenía información acerca de las operaciones norteamericanas. Lo ataba con los brazos hacia atrás y lo levantaba con un cuerda hasta que ambos brazos se desarticularon. Día trás día fue atormentado por aquel oficial japones para sacarle una información que sencillamente no tenía. Llegó el momento en que Japón se rindió. Y aquel oficial se encontró indefenso a la disposición de los filipinos. El joven cristiano que durante meses había sufrido los tormentos de su verdugo invasor, organizo una cena y, en la silla de honor, sento al oficial japones, quiso celebrar con él que ya no eran enemigos, que nuevamente podían verse como hermanos y que él no guardaba ningún resentimiento. ¡Eso es el cristianismo!.
E. ¿Por qué en nuestras vidas hay tanta ausencia de amor? ¡Porque no nos disciplinamos en buscarlo; Porque no lo cultivamos, porque no lo fomentamos! Porque deseamos que aparezca sólo sin ningún esfuerzo por nuestra parte; porque deseamos ser el objeto del amor y no el depositario. ¡Queremos que otros nos amen, pero no estamos dispuestos amar intensamente a los demás!. Es una virtud que sabemos que es buena, pero no deseamos invertir tiempo en ella.
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