¿Has sentido alguna vez que alguien te ha fallado?, creo que a todos nos ha pasado, es mas, también nos ha tocado fallarle a alguien, todos hemos experimentado ese sentimiento que provoca el fallar o sentir que alguien nos falló, la incomod...idad de faltar a un acuerdo, promesa, o compromiso y el dolor que provoca el que alguien nos falte a su palabra, nos lastime con un comportamiento o nos haga se...ntir decepcionados son cosas dolorosas pero inevitables.
Todos estamos expuestos a cometer errores, todos somos diferentes en cuanto a pensamientos y sentimientos, y es que a pesar que somos hechos a la semejanza de Dios, no todos seguimos sus ejemplos de comportamiento, lo que nos hace a cada quien actuar de forma diferente.
Hay ocasiones de nuestra vida que nos toca enfrentar situaciones en las que a pesar de haber hecho un esfuerzo por que todo saliera bien nos llevamos una decepción, momentos difíciles en los que con o sin intención alguien nos ha fallado, promesas rotas, palabras olvidadas, acuerdos incumplidos o descuidos que han terminado por decepcionarnos y hacernos sentir que nos han fallado, tal vez en tu mente te has preguntado el motivo por el que esas personas siendo especiales para ti han actuado así.
Puede ser hoy uno de esos momentos donde la decepción se ha hecho presente en tu vida, donde tu confianza ha sido traicionada o mal correspondida, pero si hay alguien perfecto que ha visto tu situación, alguien que no ha olvidado sus promesas y tiene presente cada una de las palabras que han salido de su boca es Dios, Él sigue ahí aun cuando todos te han fallado.
Todos alguna vez en nuestra vida tomamos actitudes equivocadas, cometemos errores o sufrimos porque los cometen con nosotros, pero es que nuestra naturaleza humana algunas veces es así, nuestra imperfección nos lleva a equivocarnos, confiamos y queremos tanto a alguien que creemos que nunca nos fallará y hasta que lo hace caemos en cuenta que la perfección humana no existe. En esos casos lo que podemos hacer es perdonar y tratar de comprender a la persona que nos falló, sabiendo que el único ser perfecto es solo Dios.
Dios no te falla, no olvida, no miente, no lastima, no se cansa, no se rinde, no abandona, no traiciona y siempre estará para ti aún en los momentos más solitarios y en los que te sientes defraudado, para demostrarte que si hay alguien en quien puedes seguir confiando es en Él.