Todos aquellos que generen
avivamiento serán perseguidos
¿Por qué será que el avivamiento produce celos en los hombres buenos?
Cuando Dios unge la vida de alguien y empieza a usar a esa persona de una
manera especial, frecuentemente vemos que algunos de sus mejores amigos
sienten celos de él.
Todo aquel que Dios use para traer avivamiento en estos días, pronto
encontrará que algunos de los que más apreciaba ahora están luchando callada
y sutilmente en su contra.
A principios del siglo XX hubo un hombre llamado Evan Roberts, quien
trabajaba en las minas de carbón de Gales. Tenía un sueño, que Dios enviaría
a Gales un avivamiento de tal magnitud que Dios mismo cerraría la puertas
del infierno en Gales por un año y 100.000 almas encontrarían a Cristo.
Durante el día trabajaba en las minas, y por la noche clamaba en oración
durante horas, por este avivamiento. Él oraba con tanta vehemencia que toda
su cama temblaba por el mover del Espíritu Santo, como en el día de
Pentecostés, cuando "toda la casa fue sacudida.
En una visión que Dios le dio, él vio que la oración era contestada. Dejo el
Instituto Bíblico y regreso a su casa en Loughor. Al llegar le dijo a su madre:
"habrá un gran avivamiento en Loughor en menos de quince días. vamos a tener
el avivamiento más grande que Gales haya conocido.
Roberts obtuvo el permiso de los ancianos de su iglesia para ministrar a los
jóvenes. Les predicó sobre Zacarías 4:6, "Entonces respondió y me habló
diciendo: Esta es la palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con
ejército, no con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Diecisiete jóvenes se habían reunido en la capilla Moriah. El Espíritu Santo
descendió sobre ellos, lloraban, y confesaban sus pecados. La reunión se
extendió hasta la medianoche. El pueblo fue sacudido por lo sucedido con
aquellos jóvenes. La noche siguiente se juntaron nuevamente. En está ocasión
la reunión no terminó jamás, continuó día y noche hasta que Gales fue
sacudida por el poder de Dios.
Dios uso a este joven de una manera tan poderosa, que algunos de los líderes
religiosos de su propio país sintieron celos, y se volvieron en su contra con
gran persecución, rompiendo su corazón y produciendo en él un colapso que
lo llevó a dejar el ministerio por completo.
Pastor Jaime Batista Cortes
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