UN PERRO LLAMADO TONY

(Una historia para recapacitar sobre los animalitos que muchos desprecian)

Salí de casa temprano en la mañana, prepare mi bolso, sentí el frío que ingresaba por debajo de la puerta, y me dispuse a tomar un abrigo. Era muy temprano pero debía de llegar al hospital lo más pronto posible para realizarme un análisis de rutina; debido a que la atención se efectúa por orden de llegada y son escasos los números que la enfermera se dispone a entregar. En fin no se puede esperar mas cuando la medicina es gratis, hay que estar preparado a juntar ánimo y sobretodo tiempo.

La madrugada se presentaba oscura y encima de males se había quemado el foco del alumbrado público que se encontraba en frente de mi morada.

Respire hondo, tome mi llave y cerré bien la puerta. Debido a que los robos eran frecuentes en el barrio, y los mal vivientes podrían aprovechar la circunstancia en mi ausencia.

Camine media cuadra y un muchacho se cruzo hacia la vereda que transitaban mis pies, sentí el miedo en mis entrañas, no lo niego, comencé a temblar por segundos…

Que temor Dios mío!!!

El muchacho con voz ronca me solicito fuego para encender un cigarrillo que traía en su mano izquierda, por lo cual le respondí que no fumaba…

En ese mismo instante exhibió un arma grande entre su abrigo, y me solicito que le brindase todo mi dinero, de una manera no tan cordial, más bien diría yo con un grado alto de violencia. Cerré mis ojos por un instante clamando a Dios por lo que habría de acontecerme.

Fue allí que pude observar a Tony en acción. El es un perro de la calle al cual todos los días le brindo alimento y acaricio brindándole afecto.

No lo podía creer, se abalanzo contra el ladrón impidiendo que este lograra el cometido que tenia en mi contra, pero un disparo dejo sordos mis oídos, pudiendo observar que aquel joven ladrón huía presurosamente del lugar ante la oscuridad de la madrugada, mientras Tony quedaba tendido en la calle. Había recibido un impacto de bala!!!

Trate de reanimarlo, pero mis acciones fueron en vano, mientras mis lagrimas fluían sobre el pelaje de aquel preciado amiguito. 

Aquel perro que a veces los seres humanos desprecian, los tratan insignificadamente con recelo, hasta con odio, aquel animalito salvo mi vida. Pues hoy sin Tony no podría contar esta mi historia.

Ama a los animales, no les desprecies, bríndales afecto y comida, ellos necesitan de ti como tu de ellos!!!