ESTA ES UNA MUY BUENA ENSEÑANZA DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO. DIGNA DE SER MUY TOMADA EN CUENTA PARA NUESTRA VIDA CRISTIANA Usted tiene todo lo que es necesario
Por Joyce Meyer
¿Está usted gastando todo su tiempo y energía tratando de recibir algo de Dios? ¿Está buscando paz, buscando alegría, buscando sabiduría? ¡Pues tengo buenas noticias para usted! Usted y yo no tenemos que esforzarnos o fatigarnos para recibir algo de Dios. En vez de eso, tenemos que aprender cómo cooperar con Él y dejar que lo que Él deposita en nuestro espíritu llegue a ser una realidad en nuestras vidas. La verdad es que, todo lo que necesitamos para desarrollar el carácter de Cristo ya es nuestro. Está en nuestros espíritus en la forma de una semilla. Primera de Juan 3:9 dice que como creyentes... La naturaleza de Dios habita en nosotros. Su principio de vida, el esperma divino, permanece permanentemente dentro de nosotros; y nosotros no podemos practicar pecar porque nosotros somos nacidos engendrados de Dios. Mietras más entendamos que Dios ha depositado todo lo que necesitamos dentro de nosotros, menos tendremos que esforzarnos y fatigarnos para tratar de recibir algo de Él. En vez de ello, podemos comenzar simplemente a creer en Él para desarrollar y soltar en nosotros aquello que necesitamos.
Fertilizados con la naturaleza de Dios
Cuando usted y yo acceptamos a Cristo en nuestras vidas, nos fertilizamos o embarazamos con la naturaleza de Dios—llevamos la semilla de “semejanza a Cristo” en nuestro espíritu. Piense en esto. Dios es nuestro Padre espiritual. Él ha plantado la semilla de Su naturaleza, o ADN en nosotros. Todo lo que necesitamos para ser más como Cristo está en nosotros. Efesios 1:3 nos dice que Él …nos ha bendecido con toda bendición espiritual en lugares celestiales en Cristo. A través del tiempo, mientras aprendemos a rendirnos a Él y a recibir Su gracia para las situaciones que enfrentamos, nosotros “crecemos” y comenzamos a vernos y a actuar como Él. Somos nuevas criaturas en Cristo en el momento que nacemos de nuevo (1). Sin embargo, no comenzamos a caminar, hablar y actuar como Él de manera inmediata. Este es un proceso que dura tiempo. Por ejemplo, mi esposo Dave y yo tenemos una hija que se parece físicamente mucho a mí pero que actúa muy parecido a su padre. Ella tiene nuestra apariencia y nuestra naturaleza porque ella es nuestra hija. Ahora, cuando ella nació, no podíamos decir a quién se parecía ella. Pero al pasar el tiempo, mientras ella crecía, nuestro ADN empezó claramente a mostrarse en su apariencia y su personalidad. Si usted y yo queremos ver que el fruto de la naturaleza de Dios su vuelva una realidad en nuestras vidas, entonces necesitamos alimentar la semilla divina que Él ha plantado en nosotros. Así como la semilla en la tierra nesesita agua y luz del sol para poder crecer, así mismo como creyentes, necesitamos con regularidad el agua de la Palabra de Dios y la “luz solar” de Su presencia para madurar en Cristo.
Creer es ver
En el mundo, las personas no creen que tienen alguna cosa hasta que la ven. La ley de la fe, como quiera, es lo opuesto. Dios dice que nosotros primero tenemos que creer y después vamos a poder ver. ¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe para poder ver el fruto del carácter de Dios en nuestras vidas? Yo creo que mientras usted y yo ponemos nuestra mente en acuerdo con la Palabra de Dios, entonces vamos a vernos y a actuar como nuestro Padre celestial. Colosenses 3:1,2 dice de que ya que hemos sido resucitados con Cristo, nosotros debemos ...apuntar y buscar los ricos, tesoros eternales que están allá donde Cristo está... y colocar nuestras mentes y mantenerlas fijas en lo que está arriba cosas mucho más grandes), y no en las cosas de aquí en la tierra. ¿Cómo podemos poner nuestras mentes fijas en las cosas verdaderas? Yo creo que lo hacemos por medio de memorizar, meditar, y al decir lo que la Biblia dice. En vez de pensar y decir palabras negativas de desánimo, desesperación y derrota, deberíamos pensar y decir cosas positivas como, “El poder de Dios está en mí. Soy pacífico y paciente. Mayor es el que en está en mí que le que está en el mundo. ¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!” Cuando yo comencé a caminar con Dios, luché mucho para obtener muchas cosas de Él. Luché por obtener paz y alegría porque esas eran cosas que nunca había obtenido en mi vida. También batallé por obtener fe, paciencia, bondad, benignidad, etc. Finalmente me cansé de batallar y pensé en mi mente que si cada bendición espiritual en lugares celestiales era mía, entonces, yo las obtendría. Entonces empecé a leer, escribir y a confesar la Palabra de Dios regularmente. Eventualmente, Su verdad se movió de mi cabeza a mi corazón y se transformó en la revelación que abrió mis ojos y transformó mi vida. Por primera vez, comencé a experimentar verdaderamente las bendiciones que estaban disponibles para mí en Cristo. Ya sea que se trate de caminar en la realidad del amor que Dios tiene por usted, sabiendo que lo puede hacer todo por medio de Cristo, o cualquier otra forma de bendición que Dios tenga para usted, cuando usted riegue lo que está en su espíritu con la Palabra , esto crecerá y las raíces se establecerán profundamente en su alma. El fruto del Espíritu—amor, gozo, paz, paciencia, templanza, etc.—está en usted. Tomará tiempo para que crezca y sea visible en su vida. Así que siga regando la semilla de Dios con la Palabra. Continúe avanzando por el proceso de crecimiento, cediéndose a Dios mientras Él trata con usted y rehusando rendirse. No piense ni diga que usted necesita cosas como amor y paciencia. En vez de esto, diga, “yo tengo amor y paciencia. Ambos están en mí y yo voy a cooperar con el Espíritu Santo y voy a creer en la Palabra hasta que sean una realidad en mi vida.” Mientras las raíces de Su verdad lleguen más profundamente en su alma, el fruto de Su naturaleza crecerá y será más y más evidente para que todos lo vean.
1) Mire 2 Corintios 5:17
SEGUNDA PARTE , MUY IMPORTANTE
Antes y Después
¨De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas¨ (2 Corintios 5:17).
Siempre que cualquier persona se convierte en una nueva criatura en unión con Cristo, él o ella se convierten en una persona totalmente nueva. Hay toda una nueva creación siempre que una persona viene a ser en Cristo. El efecto es, la antigua vida fallece y una nueva vida ha comenzado. Todo se convierte nuevo en Cristo. La persona que está en Cristo y ha experimentado el nuevo nacimiento es una parte de la nueva creación.
Somos nuevas criaturas en Cristo Jesús. Ha habido una re-creación en la cual Dios nos ha dado una serie de sentidos, valores y principios espirituales.
Antes éramos ciegos espiritualmente, ahora vemos con ojos espirituales, y vemos todas las cosas nuevas.
Antes éramos sordos espiritualmente y no podíamos escuchar la palabra de Dios, y ahora tenemos una serie de ojos espirituales escuchamos y respondemos al Espíritu Santo.
Antes nuestras mentes estaban espiritualmente en tinieblas, y la llamamos mala, buena y buena, mala. Ahora tenemos la mente de Cristo y nosotros podemos ver la diferencia entre lo que es bueno y, lo que es malo. Nuestras mentes están siendo renovadas día a día.
Antes nuestros corazones estaban endurecidos a la verdad espiritual, y nosotros odiábamos a Dios y las cosas de Dios. Ahora Dios ha cambiado nuestros corazones de piedra a corazones vivos a las cosas del Espíritu.
Antes estábamos espiritualmente muertos, y ahora nosotros nos convertimos en nuevas criaturas en Cristo Jesús.
Antes éramos personas sin esperanza y ahora nosotros tenemos una esperanza de vida en Cristo. Aparte de la resurrección, en Cristo vivo nosotros no podemos tener una verdadera esperanza más allá de la tumba.
Antes nosotros estábamos sin Dios en este mundo y ahora nosotros hemos llegado a una relación viva con el único Dios verdadero. Nosotros estábamos separados de Dios y sin Dios, pero ahora nosotros tenemos una relación intima personal de amor con El.
Nosotros estábamos muertos en nuestros delitos y pecados,¨ pero ahora en Cristo nosotros somos hechos cercanos en la sangre de Cristo (Efes. 2:13).
Dios nos ha traído cerca a Él Mismo a través de la sangre expiatoria de Jesús. No existen otros medios legítimos de entrada en Su presencia.
Antes nosotros estábamos ¨desheredados¨ excluidos de la ciudadanía de Israel, pero ahora no somos extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios¨ (2:19). Ahora nosotros somos ciudadanos del cielo e hijos de Dios.
Antes nosotros estábamos desheredados de los pactos y promesas de Dios, pero ahora nosotros somos miembros del cuerpo de Cristo, y copartícipes de la promesa en Cristo (3:6).
Antes nosotros estábamos ¨Sin Dios¨, pero ahora nosotros somos miembros de la familia de Dios (2:19-20).
Por favor tome unos cuantos minutos y trace una línea por en medio de una hoja de papel y piense en cómo era su vida antes de que usted se convirtiera en Cristiano. En la otra columna haga una lista de lo que ha sido desde que Cristo cambio su vida. Esto es lo que mi vida era antes de convertirme en Cristiano, y esto es cuando yo puse mi fe en Cristo para salvarme. Ahora estos son los cambios que Cristo ha traído a mi vida. Después tome unos minutos y reflexione sobre lo que será cuando Cristo regrese, o cuando El lo llame a su hogar de la muerte para estar con Él en el cielo.
¡Que gran vida nueva nosotros tenemos en Cristo!
Gracias a la hermana Silvia por el fondo
Amigos unidos en Cristo
Siempre sembrando la semilla del evangelio
a las naciones
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