Disfruta el sol y su calor, al igual que la lluvia que hace crecer el planeta.
Disfruta de tu vida cuando no haya problemas, al igual que de los problemas que te enseñan a apreciar los momentos de paz.
Disfruta la quietud del mar, y disfruta de la tempestad, pues sólo aquel que ha vivido la tormenta puede apreciar la quietud.
Disfruta de tus amigos, y disfruta de quienes no lo son, te enseñan a valorar y cuidar los que tienes.
Disfruta de tu salud pues es un regalo de Dios y disfruta la enfermedad pues te hace valorar la salud.
Disfruta de tu trabajo, miles no lo tienen y mueren de hambre.
Cada día es un regalo precioso, con cosas que nos agradan o no, la clave de la felicidad es contrastar los malos momentos, que son minoría, con los maravillosos momentos que vives cada día.
La próxima vez, no pienses en lo malo, sino en lo bueno que mayormente tienes en tu vida y que gracias a ese momento no tan agradable apreciarás.
Gracias a la hermana Andrea por el fondo
Amigos unidos en Cristo