Mirando en el espejo
¿Cuánto hemos negado en nuestra generción la dimensión espiritual del hombre?.
¿Cuánto hemos negado las vastas áreas de conocimiento espiritual que sólo puede conocerse por un caminar en ellas a tráves del dolor, anhelo, búsqueda y cuestionar de nuestras propias experiencias?
.Parece que hemos reducido toda la vida espiritual a un simple proceso de "seguir las reglas",y que hemos limitado la inmensidad de la vida del alma a un proceso de ser "buenos", como si así lograramos la salvación.
Parece que hoy estamos cambiando la gloria por un escape del dolor. ¿Es nuestra meta evitar pagar el precio sin importar lo que perdemos?.
Si no entendemos, si no participamos de todo el legado de Jesús, la vida llega a ser un proceso mecánico, obras mecánicas que crecen en nuestro consciente hasta que llegan a ser la razón de la existencia.
¿Qué de "la noche oscura del alma"? ¿Qué del Dios se los Salmos- aquel que lleva a los suyos por fuego y por sangre- y del dolor del vacío total y de la desesperación? ¿Qué del Dios cuyos tesoros son de demasiado valor como para entregarlos tan liviamente como nosotros quisiéramos creer?.
Dios desea que conozcamos Su gloria, pero también desea que sepamos que el camino de Su Espíritu no puede ser aprendido por la mente ni ninguna teoría mecánica.
El mundo de Dios es un mundo espiritual y empezamos a entender el camino espiritualque nos conduce allí al llegar a lugares donde todas nuestras teorías no dan respuesta. Unicamente llegando al lugar donde "sólo Dios queda" podemos hallar aquella esfera más alta donde Él vivifica y donde Él enseña.
"Venga Tu Reino en la tierra" es, creo, no solamente para el mundo alrederor sino para la tierra que somos nosotros-¡nuestras vidas! Cuando Dios derrama la Luz de Su Presncia dentro nuestro entonces podempos levantarnos y resplandecer en este mundo que nos rodea.
En la medida que nuestro deseo nos lleva a esforzarnos a tráves de la oscuridad de cosas aún no manifiestas, Dios nos hará saber, en lo más profundo de nuestro interior, cuán seguro es Su gracia, cuán cierto es Su cumplimiento. Lo que nosotros somos, lo que nuestro mundo es, desaparecerá a medida que nos entreguemos plenamente a Él, el Dios vivo y real, dando lugar a la visión de la realidad de Su gloria.
ptr. J. B.
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