Mateo cap. 3: v 1 al v 6
En ese tiempo se presentó Juan Bautista en el desierto de Judea, y proclamaba este mensaje: "Cambien su vida y su corazón, porque el Reino de los Cielos se ha acercado." De él hablaba el profeta Isaías al decir: "Escuchen esa voz en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos."
Juan vestía un manto de pelo de camello y se alimentaba con langostas y miel de abejas silvestres. Entonces iban a verlo los judíos de Jerusalén, de Judea y de toda la región del Jordán. Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán.
ENSAYO:
Todo aquel que se encuentre reflexionando y meditando profundamente la Palabra de Dios encomendada a Jesús, está tratando de enderezar su sendero, arrepintiéndose y pidiéndole perdón a Dios por no haberlo hecho antes al haberse dejado manipular con enseñanzas y mandatos de hombre que han torcido los rectos caminos de Dios.
Por eso, debemos confesarle a Dios nuestros pecados para que seamos bautizados en agua y comenzar una nueva vida para la honra, gloria y alabanza a Dios en el Nombre de Jesús.
Mateo cap. 3: v 7 al v 12
Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a bautizarse, les dijo: "Raza de víboras, ¿acaso podrán escapar al castigo que se les viene encima? Muestren, pues, los frutos de una sincera conversión, en vez de confiarse que son los hijos de Abraham. Yo les aseguro que Dios es capaz de sacar hijos de Abraham aún de estas piedras. Fíjense que el hacha llega a la raíz. Ya están cortando a todo árbol que no da buen fruto y lo arrojan al fuego.
Mi bautismo es bautismo de agua y significa un cambio de vida. Pero otro viene después de mí y más poderoso que yo y, ¿quién soy yo para sacarle el zapato? Él los bautizará en fuego, o sea, en el soplo del Espíritu Santo. El tiene en sus manos el harnero y limpiará su trigo, que guardará en sus bodegas; pero la paja la quemará en el fuego que no se apaga."
ENSAYO:
Hay infinidad de cristianos bautizados que han seguido siendo motivados a seguir enseñanzas y mandatos de hombre en las cosas de Dios, sin darse cuenta, o no querer hacerlo, de que lo que se necesita, es una sincera conversión espiritual a Jesucristo como Nuestro Señor y Salvador personal y suficiente para producir el Fruto del Espíritu y evitar ser cortado y echado al fuego, porque el bautismo en agua significa el querer un cambio de vida, es decir: de lo material a lo espiritual, pero sólo a través de la reflexión y meditación de la Palabra de Dios dada a Jesús para obedecer sus mandatos, recibiremos el bautismo en el fuego, es decir: el bautismo en el soplo del Espíritu Santo para ser trigo y no paja que se quemará en el fuego que no se apaga.
Mateo cap. 3: v 13 al v 17
Por ese tiempo vino Jesús de Galilea al río Jordán en busca de Juan para que lo bautizara. Pero Juan se oponía, diciendo: "Yo soy el que necesito tu bautismo ¿y tú quieres que yo te bautice?"
Jesús le respondió: "Déjame hacer por el momento: porque es necesario que así cumplamos lo ordenado por Dios." Entonces Juan aceptó.
Una vez bautizado, Jesús salió del río. De repente se le abrieron los Cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como paloma y venía sobre él. Y se oyó una voz celestial que decía: “Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido.”
ENSAYO:
Cuando seamos bautizados en agua, en el Nombre de Jesús mostrando una sincera conversión hacia lo espiritual, nuestra mente se abrirá para reconocer a Jesús como el Hijo Amado de Dios, el Elegido, para que a través de su enseñanza podamos entrar al Reino de Dios en la verdadera imagen y semejanza de Dios y seamos bautizados con el fuego del Espíritu Santo.